El Presidente arribó a Casa Rosada minutos antes de que arrancara el discurso de la vice. El Gobierno en pleno se alineó con la estrategia K para "exponer que la Justicia así no funciona".
Alberto Fernández siguió desde su despacho en la Casa Rosada el discurso de Cristina Kirchner. El Presidente había arribado minutos antes a su despacho y junto a funcionarios de su confianza siguió el alegato que hizo la vicepresidenta en el juicio por la causa de Vialidad Nacional. "Fue muy sólido", dijeron desde su entorno.
“Estuvo muy bien, visibilizó todas las irregularidades que nosotros venimos sosteniendo que tiene esta causa”, agregaron cerca del mandatario, que una vez que finalizó la intervención de Cristina almorzó con el titular de la AFI, Agustín Rossi, y con el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, entre otros.
El Presidente encabezó así el alineamiento sin matices ni reparos del Gobierno con la estrategia K trazada para exponer las falencias que, entienden, tiene el funcionamiento de la Justicia en la Argentina.
En ese marco se anotan los dos movimientos que hizo el kirchnerismo en menos de 24 horas. Al duro alegato que hizo en su defensa en el juicio se sumó la aprobación en el Senado del proyecto que aumenta de cinco a 15 la cantidad de miembros de la Corte Suprema de Justicia.
En el Gobierno descuentan que la iniciativa va a ser frenada por la oposición en Diputados, pero argumentan que sirve para "exponer que la Justicia así como está no funciona".
"No va a avanzar pero sirve como llamado de atención de que hay mucho por corregir en la Justicia", refuerzan.
A diferencia de los primeros meses de gestión, cuando Alberto F. se diferenciaba del kirchnerismo y apostaba a que, sin confrontar, la Justicia se acomodara sola a las pretensiones de la vice.
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