Argentina
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Amenaza de bomba de una azafata de Aerolíneas: cómo la descubrieron y cuánto le hizo perder a la empresa

La azafata de Aerolíneas Argentinas acusada de realizar una amenaza de bomba que obligó a evacuar y reprogramar un vuelo con destino a Miami, será indagada por el juez Federico Villena este martes a la mañana. La acusan de "intimidación pública" y "entorpecimiento de los servicios públicos", además de "coacción agravada".

Los investigadores apuntaron contra ella y analizan si el móvil fue una "venganza" contra otro integrante de la tripulación con quien habría mantenido una relación de pareja "durante dos meses". 

Fuentes de la investigación confirmaron a Clarín que este martes le tomarán declaración a la mujer y que permanecerá detenida hasta entonces. La causa, al momento, está "bajo secreto de sumario", indicaron las fuentes, aunque consideraron que hay "pruebas suficientes" para acusarla por "coacción agravada" al piloto al que le dijo que "sabía a qué colegio iban sus hijas".

La identidad de la azafata no ha sido develada por los investigadores, aunque su nombre habría surgido por el relato de los otros tripulantes de la aeronave que recibieron la amenaza en sus teléfonos personales.

En total el mensaje intimidante habría sido enviado a "dos o tres personas", arriba y debajo del avión. Según pudo saber Clarín también lo recibió personal de línea de atención, donde los pasajeros realizan el check in, antes de viajar. 

La tripulante de cabina fue detenida cuando regresaba de su último vuelo en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza el domingo. Allí pasó la noche y permanecerá alojada hasta que la trasladen al juzgado de Villena, en Lomas de Zamora. 

Clarín accedió al audio que la azafata habría enviado con la voz distorsionada. 

"Decile al capitancito que le pusimos tres bombas en el Miami [sic]. Que se deje de joder con la política y chequee el avión porque van a volar en mil pedazos", se escucha en el audio de WhatsApp que fuera enviado al piloto y que desatara el operativo antibombas en Ezeiza.

La mujer intentó simular que la amenaza se debía a un conflicto gremial, algo que de momento ha sido descartado por los investigadores.

Cayó luego de que personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) detectara que usó el teléfono de su hija para enviar la amenaza, algo que fue rápidamente rastreado.  

Todo empezó el domingo 21 de junio a la mañana, en el aeropuerto de Ezeiza, en relación al vuelo "AR1304 Ezeiza-Miami" llevaba a 270 pasajeros y 12 tripulantes y tenía prevista su salida a las 7.35. Tras la amenaza de bomba, el avión postergó siete horas su partida, una reprogramación que a la empresa estatal le costó un millón de dólares.

Desde Aerolíneas Argentina manejaron la denuncia con cautela mientras transcurra la investigación. Ante la consulta de Clarín, indicaron: "Hay una investigación en curso por lo que no podemos dar información. Cabe recordar que, la Intimidación Pública y el Entorpecimiento de los Servicios Públicos son faltas graves. Por ende, de comprobarse la acusación y el delito, la empresa sancionará a la persona investigada de forma proporcional a la gravedad del hecho".

Según los cálculos oficiales, por la amenaza contra ese vuelo, Aerolíneas Argentinas habría perdido un millón de dólares, entre los costos que generó el operativo de evacuación de los pasajeros y la reprogramación de la partida hacia Miami.

Cómo fue el operativo de evacuación del avión amenazado de bomba

Cuando se supo de la amenaza, La Policía de Seguridad Aeroportuaria activó el protocolo de seguridad y todas las personas fueron desembarcadas del avión. Tras confirmar que fue una falsa alarma, se reprogramó el vuelo para las 15 de aquel mismo domingo.

Una semana después se conocen los detalles del mensaje amenazante que originó aquel operativo y que, algunas versiones sindicaban que también había llegado a teléfonos de "personal de tierra de la empresa", según la primera versión policial.

El avión aún no había despegado pero, debido a la amenaza de bomba, el vuelo se demoró más de siete horas. Llevaba a 270 pasajeros y 12 tripulantes y tenía prevista su salida a las 7.35 de aquel domingo.

La aeronave fue, en primera instancia, aislada con los pasajeros y la tripulación a bordo. Luego fue desalojada: comenzaron a descender las personas con sus equipajes de mano, y se descargó la bodega para realizar los controles con escáneres y equipos cinotécnicos de la fuerza, con participación del Grupo Especial de Control de Explosivos y Armas Especiales (GEDEX) de la PSA.

"El Airbus A330 fue trasladado a una posición segura, alejada del resto de la operatoria del aeropuerto que no se vio afectada", explicaron entonces fuentes policiales.

El operativo antibombas concluyó cerca del mediodía del domingo pasado con resultado negativo. Pero para el vuelo de la tarde hasta hubo que reemplazar el catering, acrecentando el costo para la empresa estatal.

Ahora se investiga el desencadenante de la amenaza: una relación sentimental con desenlace mal resuelto entre dos empleados de la aerolínea estatal, controlada por La Cámpora.

MG