Fue en el Hospital Eva Perón de la capital provincial, donde el acompañante de un herido de bala irrumpió en la sala donde era atendido y apuntó hacia la cabeza de las profesionales.
Momentos de extrema tensión vivió el personal médico que atendía la guardia del Hospital Eva Perón de Córdoba, cuando el acompañante de un hombre que ingresó a ese centro de salud por una herida de bala irrumpió en el salón donde estaba siendo atendido el paciente y apuntó con un arma hacia la cabeza de una enfermera, exigiendo que le salvaran la vida.
"Lo de hoy fue límite, nunca viví una situación así", relató a El Doce una pediatra que denunció las amenazas y que estaba junto a otra doctora y a una enfermera en el momento del episodio, ocurrido en la madrugada de este domingo.
Según contaron, alrededor de las 2.30 ingresó al hospital, ubicado en la avenida Santa Ana al 4.800, esquina Aviador Locatelli, un joven de 21 años que había sido herido en su pierna por el disparo de un arma de fuego.
Entró en silla de ruedas, auxiliado por otros dos hombres, y fue atendido, aunque su compañero tuvo que esperar afuera de la sala, por pedido de las profesionales. Pero su paciencia, al parecer, no duró demasiado, porque minutos después volvió a ingresar “como si nada”.
"Le preguntaba al paciente que estaba acostado quién lo había herido, ahí la médica clínica le pidió que se retirara y este tipo sacó un arma para apuntarnos", recordó la denunciante.
Erica, una de las médicas presentes, le contó a aquel medio cordobés qué sintió ante esa situación límite. "Yo cerré los ojos, me quedé paralizada porque pensé que disparaba. La enfermera se arrodilló y la otra médica en la reacción salió corriendo pidiendo que lo detengan, pero nadie lo paró", recordó.
Además de remarcar que vivió una situación “de completo estrés”, la doctora agregó que pasó “siete horas esperando” para "que le tomaran la declaración”.
“El equipo es fantástico, la voluntad que hay en el equipo médico pocas veces la he visto, pero esto sobrepasó todos los límites", dijo la trabajadora.
Después de ese lamentable episodio, el paciente herido huyó del lugar junto a su compañero, sin recibir el alta médica. En el lugar la Policía de Córdoba incautó un cartucho de nueve milímetros que había quedado tirado en el suelo.
El hecho fue denunciado en la Unidad Judicial Nº 21 y la causa quedó en manos de la Fiscalía de Instrucción del Distrito 4 Turno 1, a cargo de Ernesto de Aragón.
Este domingo, el Sindicato de Empleados Públicos de la Provincia de Córdoba (SEP) emitió un comunicado oficial en el que manifestó que los “episodios de violencia” en los hospitales provinciales “se reiteran sin solución de continuidad” y, en ese marco, “volvió a reclamar por seguridad” en esos centros de salud.
“La guardia privada de seguridad, desarmada, no tiene capacidad para garantizar la seguridad de los trabajadores frente a situaciones como estas”, apuntó el SEP.
La respuesta del Ministerio de Salud cordobés
Desde el Ministerio de Salud provincial, según publicó El Doce, indicaron que “a la hora del suceso había tres agentes de seguridad privada en el hospital y dos policías en las afueras del sanatorio”.
"Ante esta situación, el secretario de Salud, Sergio Metrebián, junto al director de hospitales de capital, Carlos Giordana, se hicieron presentes en el hospital, para conversar con el personal de seguridad, el jefe de enfermería y los médicos de guardia", se explayaron.
Ante ese panorama, de acuerdo a la misma fuente, tras el episodio se dispuso la presencia de un policía en la guardia de manera permanente y se solicitaron las imágenes de todas las cámaras de seguridad del hospital.
ES
