La semana próxima se le harán más preguntas para tratar de tener más pistas sobre los autores intelectuales de la maniobra de espionaje ilegal.
El hacker misionero Elías Ezequiel Nuñes Pinheiro seguramente ampliará la semana próxima su declaraciones indagatoria, tras haber confesado esta semana que fue el autor del hackeo del celular del ex ministro de Seguridad porteña, Marcelo D'Alessandro, del diputado del Frente de Todos Diego Santilli y de jueces y fiscales, todos vinculadas a causas contra Cristina Kirchner.
En su indagatoria del lunes pasado, el joven admitió haber sido contactado, contratado y pagado para hackear los "objetivos" que le dieron los autores intelectuales de la maniobra de espionaje a través de usuarios de Telegram y que le pagaron con criptomonedas.
Mientras tanto, la jueza porteña Araceli Martínez y la titular de la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas de la CABA, Daniela Dupuy, enviaron oficios a la empresa Lemon para que remita los registros financieros de las dos cuentas que Nuñes Pinheiro tenía en la entidad.
Del resultado de la indagatoria y de esos pedidos financieros puede salir más pistas sobre los autores intelectuales y financistas de esta operación.
En paralelo, el presidente de la Corte Horacio Rosatti denunció que desconocidos sacaron cuatro líneas telefónicas con su nombre en Misiones, la misma provincia desde donde operó Nuñes Pinheiro.
En la contratación del hacker de 22 años participaron usuarios de una comunidad llamada “Dark PFA” que es grupo de Telegram que también tiene una página en Twitter.
Dentro de esa comunidad ofrecían datos del Registro Nacional de las Personas (RENAPER), de la Dirección General de Migraciones, del Registro de la Propiedad Automotor y del Sistema de Intercambio de información de seguridad del Mercosur, entre otros. Toda esa información estaba tarifada y a la venta en esa comunidad de hackers.
Sin embargo, hasta ahora no se sabe que el Gobierno haya abierto algún sumario por esas filtraciones de datos personales.
Hasta ahora, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, dijo que la extracción de datos de D'Alessandro del RENAPER "fue hecha por un usuario externo a la Jefatura de Gabinete quien entró en la página de trámites a distancia (TAD), que administra la Jefatura, pero es de acceso público". Y negó que la jefatura de gabinete haya participado de la maniobra.
En fuentes judiciales, se confirmó que la querella de D'Alessandro solicitó que se pida al RENAPER la trazabilidad de los mails con los que se tomaron esos datos personales como, por ejemplo, el número de trámite del DNI de D'Alessandro.
“El gobierno nacional sabía que el sistema estuvo vulnerado y durante el último año no hicieron nada al respecto”, dijo una fuente de la querella.
Durante la declaración del imputado mencionó que accedió a información personal de los damnificados por medio de usuarios de Telegram a quienes la justicia tendría identificados en una causa por estafas comunes desde mucho antes del hackeo a D'Alessandro.
A esta altura de la causa, se abren diferentes líneas investigativas para tratar de llegar a los autores intelectuales:
- El sitio llamado “DARK PFA” y el grupo de Telegram al que pertenecía este hacker.
- La billetera virtual Lemon desde donde el imputado declaró que se le realizó el pago y donde tuvo dos cuentas.
- La búsqueda de las líneas de Telegram desde donde lo contactaron para hacer el hackeo.
- La trazabilidad de la toma de datos del RENAPER. Es decir saber desde que número IP (protocolo internacional) de un dispositivo se hizo el ingreso , y a nombre de quien está ese usuario.
