Las boletas de luz subirán, como mínimo, dos veces durante este año en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano. El primer incremento será desde el 1 de abril y el siguiente arrancará el 1 de junio. La secretaría de Energía informó que el incremento de abril representará alrededor de $ 400, mientras que el de junio promediará los $ 800.
Sin embargo, un cálculo hecho por la consultora Economía & Energía arroja que los aumentos serán del 19% al 48%, dependiendo de la categoría que tengan los hogares en el registro de subsidios.
Hogares de ingresos altos sin subsidio
Para los segmentos N1 (altos ingresos, que no pidieron subsidios o que quieren seguir ahorrando en dólares), la suba promediará el 19%. Una boleta media de ese segmento pasará de $ 4.375 a $ 5.200 mensuales, según Economía y Regiones, la consultora encabezada por Nicolás Arceo.
De todas formas, dentro de los clientes N1 -más de un tercio del padrón-, las subas también se modificarán según sus niveles de consumo. Los clientes denominados R1-R2-R3 (poca demanda eléctrica) verán un incremento de entre 12% y 15%. Una boleta que hoy es de $ 3.500 pasará a ser de $ 4.000, o una factura de $ 5.700 trepará a $ 6.400.
El aumento se sentirá más dentro de los hogares con mayor demanda. Son las categorías R7 a R9. Para tener una idea, ya estarían pagando más de $ 10.000. Allí, la suba será más cercana al 30%. Una boleta de $ 12.000 se estirará a $ 16.000, y una factura que ahora ronda los $ 17.000 escalará a $ 22.000.
Hogares de ingresos medios
Los hogares de ingresos medios experimentarán una suba del 30%. Son los denominados N3. Son clientes que pidieron que les mantengan una parte de los subsidios, porque los ingresos familiares estaban por debajo de $ 360.000 cuando se lanzó la segmentación, a mediados de año.
Esas familias seguirán gozando de grandes descuentos en el costo de la electricidad. Ese componente, que representa la mitad de la factura, es el que está dejando de ser subsidiado por el Gobierno en los segmentos altos. Los medios mantendrán rebajas pagadas por el Estado nacional.
En las boletas eléctricas de Buenos Aires, casi la mitad de lo que se paga es el costo eléctrico. Las distribuidoras y transportistas -las que llevan la electricidad a hogares y comercios- se quedan apenas un poco más de un cuarto de la boleta (el 27%). El resto son impuestos.
Una boleta “media” -un promedio de la categoría”- pasará de $ 2.700 a $ 3.500 en los hogares de ingresos medios. Otra vez, el impacto será diferente según el consumo.
Un R4 (demanda mediana) pasará de $ 3.500 a $ 4.500 y un R6 (demanda media-alta) subirá de $ 6.000 a $ 7.000 mensuales, según el trabajo de Economía y Energía.
Hogares de ingresos bajos
Los hogares de ingresos bajos que se anotaron en el registro de subsidios son denominados N2. El Estado les seguirá subsidiando casi todo el costo de la electricidad. Pero sí tendrán que pagar casi un 50% más de lo que venían pagando por los servicios de las distribuidoras que van a sus hogares.
De todas formas, parten de boletas inferiores. Ningún cliente denominado N2 -en el conurbano, son más de la mitad- abonará más de $ 4.000 en las categorías R1 a R5, es decir consumos bajos y medios.
Muchos de estos hogares no tienen acceso a la red de gas, por lo que su consumo eléctrico es superior al de viviendas que sí se pueden calefaccionar o cocinar con gas natural. Una familia denominada de “bajos ingresos” pasará de destinarle $ 3.700 mensuales a la electricidad a $ 5.500 en abril, en la categoría R5, de demanda media.
Para ilustrar la diferencia que provocan los subsidios, se puede tomar un consumo R7, que es una demanda eléctrica elevada. En un hogar denominado de a ingresos altos, la boleta será de $ 16.000, mientras que en uno de ingresos “bajos” alcanzará los $ 9.300. No obstante, representa una suba del 57% con respecto a los $ 5.900 mensuales que pagaría hoy por esa factura.
NE
