El Gobierno se prepara para anunciar un cambio en las reglas de juego de las importaciones. Si bien comenzará a regir un control más estricto para el ingreso de bienes comprados en el exterior, lo cierto es que lo que de ahora en más se autorice, pasará a tener para las empresas la certidumbre de la fecha en la que se contará con los dólares para poder realizar la transferencia.
La idea del Gobierno es que los dólares que ingresaron por la liquidación de exportaciones no se fuguen de la noche a la mañana. Por otra parte el Ejecutivo quiere dar muestras que administrando el comercio exterior se descarte cualquier idea que implique una devaluación. Es que devaluar hoy implica mandar a miles de argentinos bajo el nivel de pobreza. Además, si bien en la teoría el resultado puede ser el adecuado, la realidad es que nadie explica, de los que piden una devaluación, cómo se contiene a una sociedad donde más de la mitad de los chicos vive en la pobreza.
También es cierto que la otra gran duda de los argentinos está concentrada en la inflación. Todos saben que va a ser alta, pero pocos arriesgan el número. Las consultoras dicen que este año se terminará con una suba de precios cercana al 100% y esperan una suba mayor para el año próximo. Sin embargo, en el Gobierno creen que esto es un error.
"El BCRA mantiene la proyección oficial de inflación para el presente año de 95% y espera una desaceleración a 60% para el año próximo, como lo expresé durante la Comisión de Diputados que analiza el proyecto de Presupuesto 2023", expresó el titular de la entidad, Miguel Pesce.
El dilema pasa ahora en cómo hacer para mantener o aumentar las reservas, o al menos que no caigan considerablemente, y también en cómo hacer para controlar que los pesos emitidos no terminen en una inflación mayor.
Pero mientras esto sucede en el frente interno, en el externo el Directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobará formalmente la revisión correspondiente al segundo trimestre de 2022 del acuerdo vigente con el país, tras lo cual el Gobierno procurará avanzar en la renegociación con el Club de París que involucra una deuda de u$s 2000 millones, detalló la agencia NA.
El aval del FMI está garantizado dado que el staff técnico que auditó las cuentas al 30 de junio así lo recomendó.
La votación habilita un desembolso de unos u$s 4169 millones que en gran parte luego se vuelve a girar a Washington para cancelar otra de las cuotas del préstamo firmado por Mauricio Macri en 2018.
