Las reservas del Banco Central se pondrán nuevamente en tensión esta semana ya que el Tesoro deberá afrontar nuevos pagos al Fondo Monetario Internacional (FMI).
De acuerdo con el cronograma del Acuerdo de Facilidades Extendidas con el organismo, serán entre capital e intereses unos u$s 1400 millones que se restarán de las reservas internacionales.
A esto se suma la sangría de reservas por las ventas de dólares que está realizando el Central para abastecer a la demanda en el mercado oficial de cambios. En los últimos días, el saldo de enero pasó a terreno negativo (u$s 76 millones), por lo que se encamina a cerrar el mes con un resalto en rojo.
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La pérdida de reservas a través el mercado cambiario se explica por los menores ingresos de divisas por parte de los agroexportadores, lo cual era previsible por la sequía y, sobre todo, porque en diciembre el sector adelantó liquidaciones para aprovechar la cotización diferencial que le ofrecía el programa del "dólar soja II".
En tanto, varios economistas prevén que será difícil que este año el Gobierno logre cumplir con la meta de acumulación de reservas que se acordó con el FMI, que es de u$s 4800 millones, mientras advierten por el bajo nivel de tenencias netas en las arcas del Central, estimadas por el mercado en torno a los u$s 6000 millones.
"Nosotros creemos que de las tres metas que el Gobierno acordó con el Fondo la que va a mostrar mayor tensión para cumplirlas este año es la de acumulación de reservas. Principalmente, por un frente cambiario que va a presentar mayores dificultades de las que tuvo hace un año", afirmó Santiago Manoukian, economista de Ecolatina.
El analista estima que el Gobierno, como va a seguir administrando el "atraso cambiario" del dólar oficial y habrá varios factores que le impiden sumar divisas de manera sostenida, va a renovar constantemente los esfuerzos para obtener recursos por el lado de la cuenta financiera y/o restringir más la demanda de divisas en el mercado cambiario.
Alejandro Giacoia, economista de Econviews, proyectó que incluso este año el Central perderá reservas. Principalmente, por un menor ingreso por parte de los exportadores. Para importaciones, prevé que la demanda podría ceder si se terminara a tiempo la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, pero considera que será muy difícil que esto suceda.
Además, destacó que habrá dos factores que jugarán en contra. Por un lado, este año, a diferencia de lo que ocurrió en 2022, los envíos de divisas que el Fondo hará al país serán menores a los pagos acordados con el mismo organismo. Por otro lado, al ser un año electoral, puede aumentar la demanda de dólares para atesoramiento.
Por su parte, Claudio Caprarulo, director de Analytica, espera que la merma en la actividad y los mecanismos de control comercial reduzcan lo suficiente para quitar presión sobre el mercado cambiario, al tiempo que advierte que aún "el escenario está muy abierto", pero que sigue siendo un "desafío muy grande" llegar a diciembre con la sumatoria de reservas que fijó el FMI.
