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Deuda: vence más de $ 1 billón por mes y el fantasma del reperfilamiento merodea

Noviembre cerró con una tasa de rollover de vencimientos de la deuda pública de 100%, la más baja desde abril. Pero en la última y tercera licitación (fueron tres en total en el mes), el Tesoro consiguió $ 226.962 millones cuando las obligaciones estimadas por la consultora Econviews eran por $ 249.233 millones.

Parecería así que los tiempos para pedir prestado comienzan a acortarse de cara al próximo año electoral: el mercado desea tener menos deuda argentina en su poder y empieza a racionar el crédito al Tesoro.

¿Qué es la tasa de rollover de la deuda? La porción de pagos que Sergio Massa logra patear para adelante y prorroga en el tiempo, o sea, refinanciamiento. El 100% de noviembre enciende la luz amarilla porque es el más bajo desde el 90% de abril.

“El agravante de la última licitación, la tercera de noviembre, es que la tasa fue de sólo 83%”, señala una presentación de la consultora abeceb.com.

Buceando más en las profundidades de los resultados de la Secretaría de Finanzas, se encuentra además que la mayor parte de los pesos que Economía consiguió fueron a 3 o 4 meses de plazo pagando tasas efectivas anuales de 118%, lo que implica un aumento del costo del dinero si se tiene en cuenta que las Ledes pasaron de ofrecer un rendimiento de 109% en septiembre a 118%.

Ni hablar que el canje de deuda que se llevó adelante en noviembre, unas semanas atrás, para oxigenar las cuentas del Tesoro, quedó prácticamente en el olvido.

Ya casi nadie recuerda que Massa arrancó el mes despejando $1,7 billón que vencían antes de fin de año, logrando el 61% de adhesión al canje, menos que el 85% de agosto pasado en una transacción similar.

Es cierto que ese canje de deuda le sirvió al ministro para aliviar los vencimientos de acá a fin de año. Pero cargó más las obligaciones para 2023. “Se postergaron $ 931.000 millones y el promedio mensual pre-elecciones ya supera el billón de pesos”, dice abeceb.com para quien el pico de pagos llegaría en julio con $ 1,6 billón.

En noviembre Economía enfrentó obligaciones por $ 464.625 millones. Este mes $ 466.490 millones, según un informe de Delphos, “el gran desafío será la licitación del 14 de diciembre con vencimientos en torno a $ 405.000 millones”.

Las señales de saturación del mercado de deuda en pesos van más allá de los plazos y tasas de interés que se pagan. El economista Andrés Borenstein halló que en lo que va de noviembre, el Tesoro retiró depósitos del Banco Central por $ 180.897 millones para poder financiar el gasto. En octubre había sacado otros $ 170.749 millones.

En este contexto y frente al panorama que se abre hacia futuro, la pregunta que el mercado empieza a hacerse es si existe una tasa suficientemente alta que incentive a los privados a arriesgarse a tomar deuda pública argentina, cuando el temor de un ajuste desordenado en el mercado cambiario obligue al Gobierno a hacer otro reperfilamiento, defaultear el pago de la deuda local y la tasa de inflación pegue un nuevo salto. Fue lo que le sucedió a Mauricio Macri pocos meses antes de que la dupla Fernández-Fernández asumiera en diciembre de 2019 (Macri reperfiló).

Si a esto se le suma que el Gobierno no detalla un programa financiero que explique qué nivel de déficit fiscal proyecta mes por mes, qué fuentes planea utilizar para financiar el déficit y cómo piensa convencer a los bancos de que les presten el dinero, las dudas arrecian y cada vez será más.

El plan A de Massa, según los economistas consultados por Clarín, pasará por financiarse con los bancos y la emisión monetaria. Hasta qué punto lo hará, no se sabe.

“La pregunta es si Massa reperfilará o emitirá para pagar esa deuda”, plantea el economista Fernando Marull. “El mercado cree hoy que terminará emitiendo”.

De acuerdo al informe de Bancos del BCRA, en septiembre de este año la exposición de los bancos al sector público subió a 15% de sus activos, lejos aún del límite de 35%. Esa exposición es definida como la tenencia de Títulos del Tesoro por los Bancos argentinos, ya sea de Ledes, Lecer o Globales en dólares y no incluye las Leliqs, por $ 7 billones (o 27% del activo) que son Títulos.

“Con esta exposición ‘baja’ resulta creíble que Massa esté buscando emitir bonos contra dólares y que los bancos y empresas más grandes renueven sus tenencias”, aventura Marull.

El billón promedio de pesos de vencimientos que enfrenta Economía desde enero en adelante se divide entre acreedores del sector público (provincias, municipios y organismos) y privado. El total que vence en 2023 es $ 16,4 billones de los cuales $ 6,3 son con el sector privado. Los casi $ 10 billones restantes serán más exposición para el sector público y el Banco Central.

De acuerdo con el balance semanal que publica el Banco Central, entre el 15 y el 23 de noviembre el stock de títulos aumentó $ 309.000 millones. La última semana de octubre subió $ 385.000 millones y la última de septiembre $ 424.000 millones, “aunque ahí puede estar influyendo una letra intransferible por el dólar soja”, apunta Borenstein. “Son todos montos similares a los de la crisis de junio. Medido como porcentaje del activo, los títulos que posee el Central a principios de año equivalían a poco más del 35 por ciento, subiendo al 45,1 por ciento actualmente”.