El grupo Duratierra, nombre insignia de la música popular, arribará el próximo domingo por primera vez al Patio de Ciudad Cultural Konex para mostrar allí su nueva y ampliada formación bautizada como La Turba del Bien en una experiencia que la cantante y fundadora de la banda, Micaela Vita, observa como “el resultado de un proceso terapéutico que nos encuentra de celebración y con la música brotando por todos lados”.
Con las incorporaciones de Valen Bonetto (guitarras, percusión y voces), Silvia Aramayo (teclado, acordeón y voces) y Martín Beckerman (percusión y voces), la salida del tecladista Matías Zapata y las continuidades de Micaela Vita (voz), Juan Saraco (guitarra y voces), Nicolás Arroyo (batería, percusión y voces) y Tomás Pagano (bajo), Duratierra asume en positivo su transformación.
“Iniciamos una nueva etapa con esta ampliación de la banda, esta regeneración de la música y de nuestro momento creativo que es algo que nos dio ganas de nombrar de otra manera (como La Turba del Bien) y darle entidad a otro capítulo de nuestra historia creativa y musical”, explica Vita en comunicación telefónica con Télam desde Mendiolaza, en las Sierras Chicas cordobesas.
Justamente la mudanza de Micaela y Juan en el contexto de la pandemia se inscribió en ese torbellino de cambios que alcanza a Duratierra y que su vocalista describe como una secuencia “de drenaje de la banda, como de limpieza”.
“Encaramos –describe- una terapia grupal porque había muchas cosas, después de tantos años, que necesitamos revisar de nuestra forma de comunicarnos. Somos literalmente una familia elegida hace muchos años con toda la intensidad que trae el decidir hacer música juntos todos los días de la vida y, bueno, se fue acumulando un poquito de mugre ahí en la canaleta”.
La intérprete y compositora que además es parte del proyecto Triángula, repasa que como resultado de la fase actual “decidimos ampliar la banda humana y sonoramente con tres personas hermosas que hace mucho venían caminando cerquita nuestro y son gente por la que sentimos un enorme cariño y admiración”.
“Y desde el primer momento –revela con alegría- fue una celebración total y la música empezó a brotar por todos lados. Fue automática la conexión creativa entre las siete personas que formamos Duratierra lo que nos confirmó que el aire necesitaba renovarse y brota el arte y y lo bello, así que estamos como en la cresta de la ola”.
Con la energía que conllevan estos cambios, el ahora septeto concretará el domingo desde las 20 su estreno en el espacio al aire libre enclavado en Sarmiento 3131, en la zona del Abasto porteño, primer paso de una gira aún no confirmada que recorrerá otros escenarios del país.
"Sentimos que lo que sucede ahora es que nos estamos potenciando en una búsqueda que suena muy latinoamericana, más expandida en lo latinoamericano y con colores más tímbricos que suenan un poco más de la mano como de la sonoridades asociadas."Micaela Vita
Allí y junto al personal repertorio plasmado en los discos “Floralia” (2010), “Enobra” (2013) y “Cría” (2017), en la canción “Amigx”, grabada en 2019 junto a la murga uruguaya Falta y Resto, y en el un EP “Trinchera”, Duratierra anuncia nuevas creaciones.
-¿Puede pensarse que con la suma de integrantes también buscarán ampliar los horizontes musicales de Duratierra?
-Si bien el rasgo de la música folclórica está desde los inicios, es como nuestra casa y es el lugar desde donde salimos, hacia donde volvemos siempre y que es nuestro lenguaje para crear también por sentir que vamos muy de la mano de Raly Barrionuevo que es un gran maestro, pero Duratierra nunca fue una banda de folclore tradicional y siempre nos movimos por territorios un poco menos etiquetados.
Sentimos que lo que sucede ahora es que nos estamos potenciando en una búsqueda que suena muy latinoamericana, más expandida en lo latinoamericano y con colores más tímbricos que suenan un poco más de la mano como de las sonoridades asociadas y se suman voces porque tanto Valen como la Negra y Martín -las tres personas que se incorporaron- cantan hermosamente y genera otro cambio también.
-¿Qué van a hacer en el patio del Konex el domingo?
-En principio, como como cada vez que tocamos con Duratierra, vamos a reencontrarnos con esta trinchera hermosa que se arma en cada concierto, que es una energía muy especial, en la que sucede mucha amorosidad y mucha celebración por una sensibilidad que nos atraviesa a todas las personas. Pero además vamos a estar llevándole música nueva, va a haber muchas canciones del nuevo álbum que publicaremos durante otoño e invitadas y una apertura sorpresa que va a ser muy mágica y maravillosa.
-Recién hacías referencia a la trinchera como lugar simbólico desde donde Duratierra crea y propone y se encuentra con el público ¿qué sentís que los junta en esa trinchera?
-Yo creo que es una trinchera que está asociada a un territorio cultural-político. Estamos mirando al mundo desde una perspectiva amorosa y denunciando todas las atrocidades que se están cometiendo desde hace muchísimos años en la tierra, creo que estamos mirando todas esas violencias que se repiten en muchos circuitos como algo que no elegimos más y estamos mirando la libertad de género, la libertad expresiva, la libertad sexual y todas las libertades en luchando contra todas las opresiones posibles. Definitivamente amorosidad, territorio y memoria son palabras bastante claves para esta trinchera que proponemos desde Duratierra.
