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El adiós de Massa a su promesa sobre la inflación

Admiten en Economía que en abril no se cumplirá la promesa de inflación

El ministro baraja y da de nuevo porque, sobre todo enero, habrá un indicador mayor al esperado. La nueva estrategia de los rangos, la herencia Guzmán y la inflación de Macri. 

En la última parte del año pasado, el ministro de Economía, Sergio Massa, decidió jugar demasiado fuerte. Envalentonado por los datos de inflación de noviembre y diciembre (4,9 y 5,1 por ciento), se jugó y pronosticó un IPC del INDEC "con un 3 adelante" para el mes de abril. Hoy, con datos fehacientes de lo que pasó y lo que viene, en el entorno del funcionario admiten que ese objetivo numérico puntual no se cumplirá y, según supo Página I12, la estrategia mutará a objetivos de rango inflacionario para acercarse a la marcha de los precios escrita en el Presupuesto. 

Lo que se verá en la nueva estrategia de Massa es que cuando tomó la gestión, la inflación del ex ministro de Economía, Martín Guzmán, había tocado un pico peligroso de 7,4 por ciento, con riesgo de hiperinflación y desmembramiento político del Frente de Todos. A los fines prácticos, el ministro busca tener un impacto urgente en la nominalidad de la inflación para hacer que no corra más en esos rangos mensuales sino que se instale entre 4 y 5 puntos en el resto del año. A eso viene el alineamiento de todos los aumentos permitidos, en más de 15 rubros de la economía, en torno a 3,2 por ciento mensual, lo que debería verse impactado en los próximos dos meses. Las complejidades, en la otra esquina, las pondrán los alimentos frescos, sobre los que el Gobierno trabaja sin éxito en pactos que reduzcan el golpe sobre el IPC. 

Cerca de Massa arriesgan que si ese sendero de 4 o 5 puntos mensuales ocurre, tendrán en el año una inflación del 60 por ciento o algo por encima, "igual a la del Presupuesto", según describen. Los más entusiastas de la teoría, también de riesgo en un país en el cual ningún ciclo de crecimiento se dio sin inflación, especulan además que ese número sería igual al que dejó la administración de Mauricio Macri sin imponderables como la pandemia, la guerra en Europa y la sequía. Esto será parte, además, de la estrategia de campaña y de disputa con Juntos por el Cambio. 

Por qué se bajó del 3 y el caso IPC Capital

Los IPC de enero y febrero que dará el INDEC son la principal razón que alteró el cálculo de Massa de una inflación con "un 3 adelante en abril". Las pistas de la inflación de noviembre y diciembre lo pusieron a apostar a una desinflación más fuerte, aún con ese 3 siendo una trampa, porque supone que también era aceptable un 3,9 o 3,8 por ciento, casi un 4. Lo cierto es que cuentan que Massa sopesaba la inflación con el IPC del año previo, y que como a fines del 2022 dio bastante más abajo que en 2021, el envión lo llevó naturalmente a un cálculo que terminará fracasando.

Pero los índices de enero y febrero, más que nada impactados por precios regulados (tarifas, naftas, prepagas y transporte) y alimentos frescos como carnes y verduras, romperán la lógica esperada y, por eso, la meta del 3 en abril está en claro riesgo. 

En este escenario, generó ruido negativo en las últimas horas en el Gobierno el IPC de Capital Federal del mes de enero, que arrojó un 7,3 por ciento de aumento. Ese cálculo, que técnicamente no merece cuestionamientos, tiene la particularidad no sólo de ser bastante más alto que la previsión oficial, sino también más de un punto por encima de la inflación que calculan las consultoras privadas. 

En Hacienda observan que enero va a tener un IPC más cercano al 5,5 por ciento, luego del 5,1 por ciento de diciembre, siendo el segundo mes consecutivo al alza. Y que en febrero estaría por debajo del 5. Las consultoras, en tanto, miden casi todas por encima del 6 por ciento y Ecolatina, una de las más confiables, un 6,4 por ciento. A favor de los números que ve Massa para enero, el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), que el Banco Central comunica en base a datos de las consultoras de la City, dio para el primer mes del año una inflación de 5,6 por ciento, parecida a la que observan en el Gobierno. Pero sería, según el REM, un punto de partida para números más altos, dado que para todo el 2023 estiman un IPC de 97,6, para lo cual los precios deberían empezar a correr, de nuevo, por la línea de 7 puntos. 

La pregunta del millón es política

La pregunta que todos se hacen es si, cuando el IPC de abril no de 3 adelante, Massa recibirá metralla amiga del Frente de Todos. Todo indica que si bien nadie está contento con los números, la premisa es la estabilidad política, proceso que empezó con la salida de Guzmán, una pieza que el kirchnerismo y el propio Massa consideraban una piedra en el camino a un debate político interno sobre la cuestión económica. En síntesis, la inflación de abril y su pronóstico no serán condicionantes para la candidatura de nadie, en una película más larga. Eso, más allá de las especulaciones del afuera y el periodismo, es lo que ven puertas adentro del frente de Gobierno. 

Vale decir que el pedido de Massa y el kirchnerismo al Presidente para abrir una mesa de debate, está más allá de las candidaturas -que serán parte- y está más centrado en discutir cuál será el rumbo económico y político a seguir, con qué línea y con qué ejecutantes. 

Para el Frente de Todos no es poco, dado que su mayor opositor fue la propia interna y, en menor medida, un Juntos por el Cambio que es un rival de bajo porte para pelear en la arena de la política económica. De allí viene el malestar de algunos sectores del FDT con la intención del Presidente Alberto Fernández de hablar de candidaturas cuando no se han sentado, aún, a definir la génesis de lo que será el proyecto del oficialismo para disputar las presidenciales.