Fue, tal vez, el comentario más disruptivo del encuentro que había sido convocado para firmar el giro de fondos para obras en los municipios, que empezará a efectivizarse en los próximos días y que a fin del año pasado se había empantanado por una verdadera puja interna entre los intendentes y el gobernador por el destino y el monto de ese programa de infraestructura.
Lo cierto es que en la previa, antes de la formalidad del acuerdo y ante los colegas de la primera y tercera sección electoral del PJ -solo dio el presente Jaime Méndez, de San Miguel, por la oposición de Juntos por el Cambio- y Axel Kicillof, el intendente Jorge Ferraresi, bien cercano a Cristina Kirchner, planteó la preparación de una gran movilización a las puertas de la Corte Suprema para el próximo jueves 13 de abril, a siete años de la primera indagatoria de la ex Presidenta en los tribunales federales de Comodoro Py 2002, en el barrio porteño de Retiro.
Aquella mañana del 2016, algo fría y muy lluviosa, y después de presentarse por primera vez ante el juez Claudio Bonadio, Cristina Kirchner habló desde un escenario improvisado frente a los tribunales federales ante una multitud de militantes K que desafiaron al clima y coparon toda la avenida que desemboca en Retiro.
Ferraresi, según trascendió, avalado por las principales organizaciones K, planteó frente a los intendentes del conurbano y el gobernador bonaerense la necesidad de imitar aquella convocatoria para dentro de dos jueves, en la Corte. Así lo confirmaron a este diario testigos de la reunión.
Según confiaron, al menos en el encuentro, en La Plata, no hubo por el momento demasiado entusiasmo de los jefes comunales. Es que, en el inicio de la campaña, los intendentes del Gran Buenos Aires están enfocados exclusivamente en el diseño de la estrategia electoral para retener sus distritos, a la espera de los próximos movimientos de la vicepresidenta, de que se termine de confirmar oficialmente la candidatura de Kicillof para la reelección y de que se despeje el escenario nacional.
En ese contexto, la campaña contra “la proscripción” en torno a la ex Presidenta, que tiene a La Cámpora y al núcleo duro del kirchnerismo como principales abanderados, no figura, en los hechos, en la agenda de los municipios. Sí en el relato público y mediático.
La convocatoria de Ferraresi, vicepresidente del Instituto Patria y ex ministro nacional -en su momento, supo tejer buen vínculo con Alberto Fernández-, llega en un contexto más que particular: en medio del proceso de investigación sobre los cuatro integrantes del máximo tribunal de Justicia en la comisión de juicio político del Congreso que, con el correr de las semanas, empezó a perder fuego mediático.
Este sábado, por caso, el kirchnerismo tendrá su segundo plenario militante, después del de Avellaneda, con el que ese sector busca convencer a Cristina Kirchner que revea su decisión de no ser candidata. Será en Chaco, en territorio de Jorge Capitanich. El organizador es Andrés “El Cuervo” Larroque como referente de “La patria es el otro”, el conjunto de organizaciones que lidera tras su salida de la secretaría general de La Cámpora.
La agenda judicial es una de las principales obsesiones de la ex Presidenta y del cristinismo a la que se sumó Fernández con el impulso al pedido de juicio político a la Corte, quizá el único punto en común de una relación quebrada entre el Presidente y la vicepresidenta. En su último discurso en el Congreso, el pasado 1 de marzo, el jefe de Estado apuntó en durísimos términos contra los miembros del tribunal, a escasos metros de su presidente, Horacio Rosatti, y de Carlos Rosenkrantz, que escuchaban sin pestañear la reprimenda presidencial.
Este jueves, además, Kicillof volvió a criticar a la Corte por la resolución que restituyó fondos de la coparticipación que el gobierno le había recortado a la administración de Horacio Rodríguez Larreta en plena pandemia, en septiembre del 2020: el gobernador se refirió al fallo como “repelente” e “ilegal”.
