Argentina
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El radicalismo al borde de la fractura por la interna Larreta-Bullrich

Aquél escenario preelectoral del 2015 en el que Mauricio Macri, Ernesto Sanz y Elisa Carrió diseñaron Cambiemos voló por los aires. Juntos por el Cambio nunca pudo establecer una estrategia nacional y definir las mejores opciones para la Presidencia y las gobernaciones en juego. La interna del PRO, transformada en una grieta entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich y cuyas consecuencias son todavía un enigma, impacta de lleno en las chances de la coalición. Y la Provincia, un distrito clave, no es ajeno.

Larreta mantuvo hasta el final su idea de que cada precandidato presidencial vaya con su postulante a gobernador. No quería compartir a Diego Santilli, hoy reconocido por todos los sectores como quién mejor mide, con Bullrich. Sin consenso en la última cumbre del PRO en la casa de María Eugenia Vidal -con la presencia de Macri-, Bullrich aceptó el desafío y designó a Néstor Grindetti como su candidato. Ya no quedaba margen para la lista de unidad que era reclamada por el radicalismo.

“No va a haber lista única. Qué jueguen y se decidan por un candidato del PRO o que vayan con lista propia”, le decía Larreta un mes atrás a sus colaboradores. El riesgo de esa estrategia es que la UCR termine votando por Bullrich. Algo que, en parte, ocurrirá.

Llevar una lista propia a la gobernación no es redituable para los boinas blancas porque carecen de un candidato a gobernador que traccione. Y si bien en lo formal aún tienen a dos postulantes presidenciales como Gerardo Morales y Facundo Manes, pocos apuestan a que alguno de ellos competirá como tal el 13 de agosto.

Expoagro en San Nicolas. Horacio Rodriguez Larreta y Gerardo Morales. 08.03.2023 Foto Maxi Failla - FTP CLARIN MAX03188.jpg Z
Expoagro en San Nicolas. Horacio Rodriguez Larreta y Gerardo Morales. 08.03.2023 Foto Maxi Failla - FTP CLARIN MAX03188.jpg Z

“Gerardo es muy posible que sea el vice de Larreta, y Manes no puede competir porque ni siquiera tiene el armado en las 24 jurisdicciones”, admite un dirigente que integró la lista del neurocirujano en las PASO legislativas del 2021. Le enrostran a Manes haber cometido un error importante al no hacer un trabajo hacia dentro del partido para ganárselo, después de la elección.

El radicalismo bonaerense está partido en dos y puede llegar a ir dividido a las elecciones, anticipando a una ruptura a nivel nacional. En 2021 hubo una disputa por la presidencia de la UCR bonaerense. Adelante Buenos Aires con Abad, Daniel Salvador y Facundo Manes, que luego encabezaría la lista a diputados, venció por un estrecho margen, 52 a 48 a la lista Protagonismo Radical de Posse, y el sector Evolución Radical de Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti. Esa disputa se vuelve a repetir hoy.

Con el objetivo de presentar una fuerza homogénea, que llegue fortalecida a la mesa de negociaciones para cuando se decidan las listas, el titular de la UCR provincial, Maximiliano Abad -que también se postula a la gobernación-, viene pregonando la necesidad de una lista única recurriendo al argumento del voto útil. Impedir que en la noche de las PASO los dos candidatos más votados sea uno del kirchnerismo y otro de Milei, y releguen al mejor de JxC al tercer lugar.

“Si no unificamos en una formula única en la Provincia de Buenos Aires y vamos con más de un candidato, corremos el riesgo de salir terceros, cuartos o quintos”, vaticinaba Abad días atrás.

Patricia Bullrich, rodeada de dirigentes radicales y con Emilio Monzó.
Patricia Bullrich, rodeada de dirigentes radicales y con Emilio Monzó.

Abad tiene previsto insistir esta semana con la lista de unidad y definir la próxima. Si no consigue torcer la voluntad de Larreta que se niega, reunirá a las autoridades de la UCR provincial, legisladores provinciales, 28 intendentes y 400 concejales. Se encolumnará detrás del candidato radical a la presidencia y a la gobernación. Pero si no hubiera ninguno, evaluará si acompaña a alguien de otro partido como Larreta o Bullrich.

“La que mejor mide en la provincia es Bullrich, por eso creo que el partido debería decidir ir con ella”, sostiene un intendente radical del interior bonaerense.

En el oficialismo de la UCR aseguran contar con todo el interior y, además de los intendentes, con la mayoría de los que fueron electos concejales y que ahora serán candidatos a intendentes. Dicen que su poder territorial se traduce en que a cualquier postulante a gobernador le resolverían todas las candidaturas del interior. Algo que en el sector Posse-Lousteau no pueden hacer.

En el sector disidente afirman tener una gran cantidad de radicales de la provincia y señalan que en caso de que Morales no vaya por la presidencial, “si Larreta y Santilli cierran con nosotros, están todas dadas las condiciones para que la mayoría del radicalismo bonaerense cierre ahí esté con ellos y ganar la PASO en la provincia y la nacional”.

La posible decisión de la UCR bonaerense de inclinarse por Bullrich reflejaría la ruptura radical porque probablemente choque con el presidente de la UCR nacional, Morales, si es que este termina siendo el compañero de fórmula de Larreta.

El presidente de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad.
El presidente de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad.

Pero el dilema va más allá. El radicalismo oculta por ahora una ruptura en todo el país a raíz de la interna del PRO. De hecho, al oficialismo larretista de Morales se le antepone el denominado Grupo Malbec que integran Rodolfo Suarez, Alfredo Cornejo, Gustavo Valdes, Ernesto Sanz, Carolina Losada y Luis Naidenoff, entre otros, y respaldan a Bullrich.

Ni siquiera la Convención Nacional del Radicalismo, prevista para el 11 de julio dirimiría esa disputa. Porque en ese ámbito se aprueban alianzas y tal vez algún documento con la sugerencia de orientación partidaria, pero no se convalidan apoyos a un candidato -Larreta o Bullrich- ni a fórmulas presidenciales.

El sueño del candidato presidencial del radicalismo que había potenciado Manes en el 2021 y también Morales, parece diluirse. La UCR no logra contener a todos en un bloque homogéneo y lo más probable es que sus actores terminen apostando por Bullrich o Larreta, según su conveniencia y el análisis que hagan del escenario político. Tal vez el único objetivo común en el radicalismo sea, ante un eventual segundo gobierno de la coalición, no volver a ser el furgón de cola sino ser voz y parte en un eventual Poder Ejecutivo. El nombre de él o la presidenta, será anecdótico.