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El sindicato de los diplomáticos denuncia "condiciones deplorables" y "deterioro" en la Cancillería

La Asociación Profesional del Servicio Exterior de la Nación (APSEN) denunció que el personal asentado en la Cancillería trabaja en “deplorables condiciones” debido al “deterioro edilicio” de la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores.

A través de un comunicado difundido este jueves, el gremio APSEN subrayó las “deplorables condiciones en las que se está trabajando debido al deterioro edilicio de la Cancillería”.

De acuerdo a la agrupación que reúne a todos los diplomáticos de carrera, la “manifestación más grave para la salud de todos los trabajadores” de este deterioro “es el colapso del sistema de ventilación y refrigeración”.

Además, el sindicato resaltó la “la alteración en la calidad del agua potable” que las autoridades del ministerio que encabeza Santiago Cafiero pone a disposición del personal a través de los dispensers que funcionan en cada piso.

Como consecuencia, los diplomáticos presentaron una serie de denuncias formales ante la Superintendencia de Riesgos del Trabajo de la Nación, la Dirección Nacional de las Asociaciones Sindicales y la Dirección General de Protección del Trabajo de Ciudad de Buenos Aires.

A su vez, solicitaron la “supervisión y fiscalización del edificio, con el fin de adecuar las condiciones para garantizar ambientes laborales sanos y seguros en el ámbito de la Cancillería”.

Gustavo Zlauvinen, presidente de APSEN, denuncia malas condiciones edilicias en la Cancillería. Foto Twitter @G_Zlauvinen
Gustavo Zlauvinen, presidente de APSEN, denuncia malas condiciones edilicias en la Cancillería. Foto Twitter @G_Zlauvinen

En declaraciones a Clarín, el embajador Gustavo Zlauvinen, presidente de APSEN, sostuvo que pese a los reiterados reclamos ante las autoridades de la Cancillería "los problemas edilicios siguen en aumento".

"Al problema de ventilación de aire, esta semana se ha sumado la falta de agua para los trabajadores y las trabajadoras del Ministerio, dado que se sospecha que está contaminada y no es apta para consumo", sostuvo el diplomático. 

Reveló, a su vez, que ya han habido personal que se ha desmayado a causa de las temperaturas, "entre otras situaciones que atentan contra la salud de todo el personal".

“Es por eso que nos hemos visto forzados, para dar respuesta al reclamo de nuestros afiliados y afiliadas, a efectuar la denuncia correspondiente", dijo Zlauvinen.

El reclamo de la APSEN se suma al del Sindicato de Trabajadores de Mantenimiento y Maestranza (SITMMA). A través de distintos carteles pegados en el edificio de la Cancillería denuncia la falta de personal de esas áreas.

Folletos de quejas sindicales en los pasillos de Cancillería.
Folletos de quejas sindicales en los pasillos de Cancillería.

Sostienen que esta situación “genera una sobrecarga laboral para el personal y una peor calidad en el servicio de limpieza”.

Los problemas con el aire acondicionado que se colaron en la visita del canciller alemán

Durante la reciente visita del canciller alemán Olaf Scholz al país, las fallas operativas y estructurales del edificio del Ministerio de Relaciones Exteriores dejaron perlitas tragicómicas como apostillas del encuentro.

Uno de los episodios sucedió en el salón Caputo, del Palacio San Martín cuando una bandera cayó sobre la cabeza de Gabriel Rubinstein, viceministro de Economía.

El viento que provenía de una ventana abierta en el salón la desestabilizó. Y hubo que abrir las ventanas porque hacía calor y los aires acondicionados estaban apagados, porque había autorización para gastar energía solo en el salón Libertador, adonde estuvieron reunidos el presidente Alberto Fernández y Scholz.

En sus casas, porque era sábado, muchos diplomáticos y empleados de la Cancillería encontraban satisfacción en la difusión del incidente con el calor, la ventana, el viento, la bandera y la cabeza herida de Rubinstein. También con el hecho de que no hubiera ni médicos como debe ocurrir ante una visita de semejante nivel.

Ocurre que las condiciones edilicias de la Cancillería se han convertido en una pesadilla y un tema de queja interna en el Ministerio.

Alberto Fernández junto al canciller alemán, Olaf Scholz, en la Cancillería. Foto Presidencia.
Alberto Fernández junto al canciller alemán, Olaf Scholz, en la Cancillería. Foto Presidencia.

​Quejas por el nombramiento de una amiga de Cristina Kirchner

Una reciente reunión de la Asociación del Personal del Servicio Exterior (APSEN) terminó con una fuerte queja ante las autoridades del ministerio por el nombramiento de María Cristina Perceval, la dirigente mendocina amiga de la vicepresidenta Cristina Kirchner, como Representante Especial para la Política Exterior Feminista.

Los diplomáticos se quejaron de que además de superponerse el trabajo de Perceval a cinco direcciones que ya funcionan en la Cancillería y que se ocupan de lo mismo, su sueldo y la infraestructura insumirán recursos "manifiestamente escasos" que podrían dedicarse a "otras necesidades acuciantes".

Y mencionan las "urgentes reformas que requieren la instalaciones edilicias" del edificio de Esmeralda y Arenales para hacer de ello “un lugar de trabajo digno” para un personal de 4.000 personas aproximadamente que se turna entre el teletrabajo y la presencialidad debido al estado del lugar.

El edificio de Cancillería, ideado en los ochenta y terminado a fines de los noventa, tiene ventanas de vidrio que no se abren y depende de un sistema central de aire acondicionado que se rompió. Los empleados dicen estar “ahogados de calor” en este verano.

Por falta de presupuesto no han podido arreglar el aire ya que se trata de un trabajo de envergadura debido a que tienen que cambiar centrales de aire abrir los techos y remover buena parte de la estructura de edilicia.

María Cristina "Marita" Perceval con micrófono en mano. Ahora tiene un nuevo cargo de lucha feminista en la Cancillería.
María Cristina "Marita" Perceval con micrófono en mano. Ahora tiene un nuevo cargo de lucha feminista en la Cancillería.

La ultima reunión entre el APSEN y el secretario de Coordinación y Planificacion, Pablo Delgado, el responsable del presupuesto que les da el Estado, fue algo desopilante.

Por un lado rechazó la oferta del gremio de que ellos compraran unos ventiladores para los oficinas porque, les dijo, se trataba de una facultad del Estado a través de la Cancillería.

Faltan los dólares para comprar repuestos

Por otra parte, el funcionario de Cafiero le informó al gremio que había cuatro torres de aire acondicionado en el edificio, y que solamente estaba funcionando una. Y que según la empresa contratada se estaría reparando pronto una segunda torre y hay intención de reparar la tercera.

Sobre la cuarta torre, es tal su deterioro, que tendrán que reemplazarla pero no hay fecha. No hay dinero, no hay dólares para los repuestos importados.

El edificio de la Cancillería realizado a fines de los 80 y que no permite abrir sus ventanas. Foto Martín Bonetto.
El edificio de la Cancillería realizado a fines de los 80 y que no permite abrir sus ventanas. Foto Martín Bonetto.

Otra preocupación que surgió es la situación de la llamada Casa 2, que forma parte del conjunto del Palacio San Martín.

Actualmente tiene problemas estructurales. En los sótanos se han fijado estructuras fijas que sostienen el piso, porque existe peligro de derrumbe. Lo grave es que es una zona de alta circulación durante los eventos oficiales ya que es el paso obligado al salón Libertador, donde -por ejemplo- se reunieron Fernández y el alemán Scholz.

DS