Argentina
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En Chubut la Iglesia se opuso a los cambios en el sistema electoral

Es porque el gobernador Mariano Arcioni quiere eliminar las PASO e instalar la Ley de Lemas.

Los intentos de modificar el sistema electoral de cara a los comicios del año que viene no solo abarcan a un sector del kirchnerismo que quiere que se suspendan las PASO, pero hasta ahora no logró los votos necesarios. También varios gobiernos provinciales quieren eliminar las internas abiertas e incluso habilitar la controvertida Ley de Lemas.

La Iglesia hasta ahora no se había pronunciado sobre estos intentos, pero precisamente la intención del oficialismo en Chubut de avanzar en esos dos cambios a menos de un año de los comicios provocó el rechazo de los obispos de la provincia, quienes sostienen que “el apuro hace suponer intereses puntuales y no una mirada de largo plazo”.

En una declaración titulada “Un aporte sencillo, un paso para ser más ciudadanos y no solo habitantes”, los obispos de Comodoro Rivadavia, Joaquin Gimeno Lazo, su auxiliar, Roberto Álvarez y el prelado de Esquel, José Slabyc comienzan destacando la importancia del acto comicial que definen como “el grito sagrado”.

Tras afirmar que “el poder legítimo supone el consentimiento del pueblo, que ese es el contrato social”, señalan que “por eso que este momento suele ser el que más inquieta a aquellos grupos y corporaciones que preferirían saltárselas o al menos generar atajos y confusión para incidir, condicionar o direccional la elección”.

“Creemos que cualquier modificación debería contar con el tiempo necesario para generar espacios de reflexión y debate”, dicen y subrayan que “es importante que cualquier cambio o modificación en el sistema eleccionario no sea producto de intereses puntuales o coyunturas particulares”.

Destacan en ese sentido que “a perdurabilidad en el tiempo de leyes que han nacido de consensos multipartidarios es un elemento importante para defender” y que “los cambios deben tener la ponderación y el debate prolongado en el tiempo que garantice la reflexión y ecuanimidad de toda la población”.

También señalan la importancia de las internas partidarias, al afirman que sirven “para que quienes se identifican con esos idearios elijan matices o subrayados” y que “es un paso cualitativo que otras opciones nos hacen perder”, y que “ya legará el tiempo de las elecciones generales para debatir modelos”.

Recuerdan, por otra parte, que “hay infinidad de propuestas pedidas por minorías, tales como la boleta única u otros aspectos que hacen a la transparencia o a la igualdad de oportunidades a la hora de la fiscalización, la financiación de las campañas y otros temas”.

“Sin embargo dichas propuestas todavía no encuentran cauce institucional”, lamentan y se preguntan si “es que estas inquietudes, ya pedidas por muchos o algunos, no merecen mayor premura en su tratamiento que otras que quieren aparecer de modo extemporáneo”.

Finalmente, dicen que “alterar o modificar el sistema electoral es tocar el CPU del sistema democrático: todos tenemos que involucrarnos para que no sea un acuerdo entre algunos”.

“Si realmente se quiere crecer en participación ciudadana lo razonable y lo que garantiza una discusión desapasionada es esperar a que pasen los comicios venideros”, concluyen.