EXCLUSIVO SUSCRIPTORES
En marzo le vendieron al Central US$ 1.228 millones, contra casi US$ 3.000 millones vendidos en marzo de 2022. En el trimestre, US$ 2.800 millones contra US$ 7.925 millones de un año atrás.
Las cerealeras liquidaron en marzo 1.228 millones de dólares por las exportaciones de granos. La cifra es un 59% menor a los 2.984 millones de dólares que liquidaron en marzo de 2022, y reflejan de lleno el impacto de sequía. En el primer trimestre del año el complejo exportador agrupado en CIARA-CEC liquidó apenas 2.800 millones de dólares, un 65% menos que los 7.925 millones de dólares del primer trimestre del año pasado.
No por esperado, el desplome de las liquidaciones de las cerealeras deja de ser menos impactante. La Bolsa de Comercio de Rosario alertó que las pérdidas de esta campaña alcanzarán no menos de los 20.000 millones de dólares y de ese monto un tercio dejará de entrar a las arcas públicas, por la vía de las retenciones a las exportaciones.
Las cifras, elocuentes, son las que aceleraron las negociaciones para lanzar el llamado “dólar agro”, adelantado por el ministro de Economía Sergio Massa esta semana en Washington -luego de reunirse con las autoridades del FMI- y que podría terminar de tomar forma este fin de semana, para hacerse oficial el lunes.
Lo que se sabe hasta ahora es que el nuevo tipo de cambio -más alto que el oficial- alcanzará a todos los productos de exportación del agro y también a la ganadería y economías regionales. Es una devaluación focalizada en el principal generador de divisas.
Lo que no está claro es durante cuánto tiempo estará vigente ni a qué precio se pagarán dichos dólares.
Una referencia. El dólar soja 2 se fijó en $ 240, es decir $40 por encima del dólar soja 1. En su momento, se dijo que esos 40 pesos de diferencia reflejaban la inflación acumulada entre que dejó de regir el “dólar soja 1” y el arranque del “dólar soja 2”. Si se siguiera la misma regla, el dólar campo o dólar soja 3 debería tener, de mínimo, una cotización de $ 276, un 20% por encima del dólar soja 2 (rigió hasta el 31 de diciembre pasado), que es la inflación acumulada en el primer trimestre de 2023 si, como se espera, la inflación de marzo da en torno al 7%.
El nuevo dólar entonces es visto como el Gobierno como una nueva concesión que se le da a los exportadores para que no retacear mercadería a la espera de una devaluación mayor.
Tampoco es que sea tanta la mercadería acumulada en condiciones de salir ya al mercado para convertirse en dólares.
El consultor Fernando Marull publicó esto en un informe difundido en las últimas horas: “Según datos de la Corredora ZENI, hoy quedarían cerca de 6 millones de toneladas de Soja 2022 (muchas dudas sobre este dato) más una golpeada cosecha 2023 de 25 millones de toneladas (Bolsa Cereales ayer, pero que será menor seguro), harían una oferta de 30 millones de toneladas (optimista), que a un precio exportaciones de U$S 600, son casi U$S19 mil millones. Si el productor decide vender un 25% durante abril, serían cerca de U$S 5000 m. Esto dependerá, si convence al productor un Dólar de $300, que hace que el precio de la soja en pesos al dólar MEP de hoy será casi U$S 300, un nivel “relativamente alto” (y mayor al Dólar Soja 1 y 2, de U$ S250)”.
Habrá que ver, con los números oficiales sobre la mesa, cuánto están dispuestos a vender los productores. No hay que olvidar que hay que pagar deudas de la campaña anterior y prepararse para la nueva campaña.
