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Escribe con pseudónimo, vendió más de un millón de ejemplares y sus fans argentinos agotaron las entradas en cinco minutos: quién es Alice Kellen

“Me siento muy contenta de estar aquí pero muy triste de no ver un poco más la ciudad”, lanzó la escritora española Alice Kellen (ese es, digamos, su nombre artístico, ya que no se  conoce su verdadero nombre) en su primera visita a la Argentina, en el marco del “Sudamérica Tour”, organizado por Editorial Planeta. 

Su estadía duró 72 horas: incluyó la reedición de su bilogía , la promoción de otras obras, un meet and greet (recibimiento y bienvenida) con fans, autoras y bookfluencers en La Mansión del Hotel Four Seasons, entrevistas con los medios y la firma de ejemplares en una reconocida librería en Recoleta. Allí, unos 500 chicos y chicas agotaron las entradas en apenas cinco minutos para encontrarse con la best-seller del momento.

Además cumplió el gran sueño de conocer El Ateneo Grand Splendid: la librería más linda del mundo está en Buenos Aires. “Cuando la vio, quedó fascinada”, afirman desde su círculo íntimo.

Alice Kellen es una de las estrellas de Planeta. Nació hace 33 años en Valencia (España) pero ahora vive en campo, en las afueras de la ciudad. Su primer libro, Llévame a cualquier lugar, se publicó en 2013 en Amazon y fue un boom.

"En relación al lenguaje inclusivo, yo tengo mucha curiosidad de ver hacia dónde conduce esto", cuenta la autora. / Foto: Rafael Mario Quinteros
"En relación al lenguaje inclusivo, yo tengo mucha curiosidad de ver hacia dónde conduce esto", cuenta la autora. / Foto: Rafael Mario Quinteros

Desde entonces, Kellen se transformó en un fenómeno de la literatura romántica juvenil, con 15 títulos publicados en casi diez años, más de un millón de ejemplares vendidos en España y cerca de 130.000 en un solo año en el país, donde aquí también es furor.

Sus novelas románticas juveniles y para adultos son un torbellino de ventas y de emociones, con historias cotidianas y personajes ficcionados que se asemejan a la realidad. Eso sí: no siempre los finales son felices y eso también atrapa a los lectores.

El amor, el desamor, el sexo, el aborto, la tragedia y el dolor identifica a este fenómeno editorial cuyos referentes son Carlos Ruiz Zafón, Maggie O’Farrell y Taylor Jenkins Reid, además lee varios géneros y tiene a El Principito, de Antoine Saint-Exupéry, como libro de cabecera. Su nombre real es un misterio pero utiliza este seudónimo anglosajón en homenaje a Alicia en el país de las maravillas y a la novelista irlandesa Marian Keyes.

En diálogo con Clarín, esta mujer “súper sencilla”, introvertida y de mirada tranquila cuenta el impacto que tienen sus novelas, su pasión por la escritura y cómo este hábito que comenzó siendo un hobby se transformó en un trabajo que, en cierto punto, también padece.

-Por lo general tus libros apuntan a temas cotidianos. Hay mucha ficción pero también realismo: amor, desamor, tragedias, sexualidad y dolor. ¿Es tu ADN "literario", digamos?

-Sí. La pérdida, la búsqueda personal o las crisis existenciales que podemos tener son las cosas que me interesan al final.

-¿Qué cosas no deben faltar en los libros de Alice Kellen?

-Intento que sean bastante sensoriales y que los temas, sean los que sean, se aborden con sensibilidad. 

-¿Cuándo descubriste la pasión por escribir?

-He escrito siempre, pero no pensaba que podía ser mi trabajo. Escribía como a quien le gusta pintar o hacer crochet, como hobby. Desde que era pequeñita escribía mis historietas, era algo para divertirme, para pasar el rato. Fue algo paulatino que surgió y siguió siendo un hobby hasta hace unos cinco años atrás. Me di cuenta entonces que era un trabajo, me quitaba muchas horas. Comprendí que ya no era un hobby, eran responsabilidades, un calendario editorial. Ya la cosa empezaba a complicarse y no lo haces sólo cuando te apetece.

-¿En qué momento dijiste, entonces, “ahora voy por este lado” para convertirte en escritora profesional?

-Fue cuando debí hacer cosas que me costaban. La primera vez que hice una firma de libros me costó muchísimo, lo llevaba muy mal pero era algo como que te obligas y dices “tengo que hacer el esfuerzo”, pero en un hobby normalmente no tienes que hacer ningún esfuerzo sino que es algo que te gusta. La parte buena es que me gusta escribir y la no tan  buena que ya conlleva ciertas responsabilidades, es la parte de promoción, todo esto que es salir de la zona de confort.  

La bilogía "Tú", compuesta por "Otra vez tú" y "Tal vez tú" (Planeta). / Foto: Rafael Mario Quinteros
La bilogía "Tú", compuesta por "Otra vez tú" y "Tal vez tú" (Planeta). / Foto: Rafael Mario Quinteros

-Te convertiste en una referente de la literatura romántica juvenil y también de adultos. ¿Cuál es el próximo desafío por cumplir más allá de este género?

-La teoría de los archipiélagos, mi próxima novela, se publicará aquí a principios de diciembre, es una novela más sentimental y de ficción general para adultos. Vamos poco a poco: no es que quiera romper, me sigue encantando escribir historias de amor pero a veces de pronto me surge otra inquietud y escribir otro tipo de historias u otro tipo de conflictos.

-No parás de hacer cosas. ¿Cuál es tu momento de inspiración cuando escribes? ¿Necesitas tener una computadora siempre cerca porque tus ideas vienen en cualquier instante?

-Vienen en cualquier momento pero es verdad que los viajes en coche o en tren tengo que tener algo cerca porque es un momento como que tengo que parar. No estoy acostumbrada a parar, estoy todo el día haciendo cosas y entonces no fluye mucho la creatividad. Cuando estás viajando y no te puedes mover, ahí me voy a mi cabeza y como no puedo hacer nada voy a ponerme a pensar (risas).

-Poco se sabe de tu vida privada: utilizas un seudónimo pero, ¿qué hay detrás de Alice Kellen? ¿Qué cosas te gustan hacer fuera de la literatura?

-Soy una persona súper normal, vivo muy distraída, con la cabeza un poco en las nubes. No sé cocinar (risas), para eso está mi pareja que cocina todo porque a mí me va fatal. Tengo una vida súper normal con mi pareja, mis hijos, mis gatos. Vivimos en el campo, en una zona rural muy alejada de la ciudad de Valencia ya que nos fuimos hace algunos años. Me gusta salir a pasear, la vida tranquila, quedar con los amigos los fines de semana hacer paella, barbacoa. Vida súper cotidiana. Disfrutas de los pequeños placeres como los de las novelas, salir a cenar o leer un libro. No necesito grandes cosas.

"Las quieren leer amores más bonitos, que es lo que quieres cuando eres joven porque tienes esa visión más sesgada del amor", plantea. / Foto: Rafael Mario Quinteros
"Las quieren leer amores más bonitos, que es lo que quieres cuando eres joven porque tienes esa visión más sesgada del amor", plantea. / Foto: Rafael Mario Quinteros

-¿Qué opinas de la literatura romántica juvenil y de adultos? Es el género donde te movés. ¿A qué se debe este auge del género?

-En el colegio obviamente nos dan tipos de lecturas que son distintas porque es normal ya que tenemos que ir a aprender cultura general de la literatura. Pero es cierto que hay una época como en la adolescencia que buscas leer por placer, buscas leer cosas como quien lee Juego de Tronos (Game of Thrones). Lo que quieres es el placer de ver algo que te entretiene, que te mantiene en vilo, que te engancha, que quiere saber qué va a pasar. Creo que lo que quieren los jóvenes cuando buscan un libro después de estudiar es algo que sea un placer, que sea para ellos, y a quienes les apetezca seguir leyendo y que se queden hasta altas horas de la noche porque quieren saber qué les va a pasar, que no sea una obligación o que tengan que aprender “equis” porque eso ya es lo que hacen a lo mejor en las clases de literatura.

Es importante afianzar. Es verdad que cuando pasas por la etapa de adolescente y juvenil y no has conseguido engancharte a la lectura es más difícil enganchar a un adulto, porque un adulto tiene más cosas que hacer, tiene más responsabilidades. Es más complicado que le digas “siéntate una tarde en un sofá y abre un libro”, que encuentre ese momento. Pero si un adolescente se engancha a la lectura es un futuro lector adulto. Es esa etapa en la que a lo mejor tienen más tiempo libre y a qué deciden dedicarle ese tiempo libre sí que es importante que puedan elegir, incluso en la romántica. Pero habrá otros que les gustará la fantasía, la obra negra, que tengan a su alcance y que cojan ese hábito como un placer.

-La mayoría de tus lectores son adolescentes y público juvenil que consume mucha tecnología y redes sociales: Instagram, Tik-Tok, compran cosas usando el código QR pero compran libros en papel. ¿Te sorprende eso?

Eso es muy bonito. A mí me parece muy complicado porque, claro, a mí no me pilló esta época de las redes sociales. Cuando tenía 16-17 años a lo mejor estaba Facebook pero acababa de empezar. Tampoco era algo que nos quitaba tanto tiempo como ahora. Es bonito en cierto modo y complicado hoy en día que con todos esos estímulos y con el móvil siempre mandando notificaciones que consigan concentrarse en un libro de papel o incluso en una serie, ya no en un libro. Es tan difícil porque tienen tanto contenido en YouTube, Tik-Tok, pero es contenido que al final te aporta distracción pero no llegas a estar como dentro de ti mismo como cuando ves algo y estás concentrado en eso. Las redes sociales son mucho ruido. Yo lo veo siempre así.

-Comenzaste a publicar en 2013. Tenés 15 libros en casi una década como autora. ¿Qué cambió en Alice Kellen desde los inicios de tu carrera?

-Ha cambiado mucho. Antes escribía sin pensar porque era un hobby: no tenía ningún tipo de presión ni expectativa. Solamente quería divertirme, era para mí y ya está. No es lo mismo salir del jardín de casa y ponerte a pintar un dibujito con acuarelas para ti porque te apetece pintar y dejar la mente en blanco que salir y ponerte a pintar un dibujo que sabes que van a imprimir 50.000 copias y lo van a exponer en no sé cuántos países. Sientes mucha presión y es verdad que ahora tengo más bloqueos que antes: siempre pienso que no voy a estar a la altura, que no voy a superar a la novela anterior, que voy a decepcionar. Son muchos mensajes que te dices tú mismo (risas).

-¿Qué significa para vos Llévame a cualquier lugar, tu primer libro?

-Abrió camino. Fue la primera novela que llegó a Latinoamérica. Argentina fue el primer país en el que me publicaron una novela fuera de España; hicieron una tirada especial. Le tienes mucho cariño de que te abrió las puertas. Es el comienzo.

-¿De todos los personajes que construiste, con cuál te encariñaste más?

-Me quedo con Gabriel, de El chico que dibujaba constelaciones. Es un personaje que está basado en mi abuelo. Me produce mucha ternura porque me trae muchos recuerdos.

-¿En tus libros escribiste cosas que tienen que ver con tu vida o con tu pasado?

-No, siempre metes cosas que a ti te interesan o te preocupan. Son temas en los que tú piensas diariamente pero es verdad que El Chico que dibujaba constelaciones es un poco más personal: está basada en la historia de mis abuelos y en sus vidas. No es una biografía pero está ficcionada. También hay cosas de la infancia, recuerdos… A mí me encantaban los polos de menta (helados de menta, en palito), mi abuelo siempre iba a comprarme cada noche unos polos de menta que ya no existe en España, ya no los fabrican.

Foto: Rafael Mario Quinteros
Foto: Rafael Mario Quinteros

-Te emocionaste.

-Sí.

-Tu novela Tú y yo, invencibles habla de la relación de amor entre Juliette y Lucas en la era post franquismo. No solamente escribís literatura romántica sino que te metés en temas históricos como el de España.

-Es una novela más adulta junto con El chico que dibujaba constelaciones. De hecho, es de mis novelas favoritas: es una historia más de amor y desamor porque explica los años ‘80 en la revolución que supuso a nivel social, cultural, sexual, musical pero también con las partes más oscuras que son estos temas de las drogas, el sida. Es todo un cóctel.

La historia va de un matrimonio que en mitad de todo esto tienen una relación, con muchas luces y sombras, un poco tóxica. Es una historia más adulta y creo que a las lectoras más jóvenes a veces les cuestan más las historias agridulces porque a lo mejor quieren leer amores más bonitos, que es lo que quieres cuando eres joven porque tienes esa visión más sesgada del amor.

-¿Cómo te llevás con el lenguaje inclusivo y con el feminismo?

-El feminismo es algo que está ya muy integrado, algo que todo el mundo entiende perfectamente. Antes te preguntaban ¿qué es ser feminista? Creo que ya hemos pasado esa barrera y estamos en el siguiente nivel.

El tema del lenguaje inclusivo: yo tengo mucha curiosidad de ver hacia dónde conduce esto. Pienso que todo cambia, hay que tener cuidado con los cambios y que sean sólidos porque es verdad que estamos en una época de muchos cambios. A veces hay que tener serenidad y más sosegado, pero tengo mucha curiosidad por ver si es algo que se va a quedar porque al final la que rige los cambios es la sociedad y si la mayoría quiere cambiar un concepto va a ser así. Dentro de diez años va a estar súper normalizado.

-¿Cuál es el secreto del éxito de Alice Kellen?

-Siempre digo: al final, si tienes algo que conecta con los lectores es un aliciente y es un factor importante. Pero hay otro factor importantísimo del éxito que es la suerte y viene a estar en el lugar y en el momento adecuado. No hay otra. Que esté de moda un género, o que de pronto encuentres una decisión, que llegue a la editorial adecuada, que te lea una persona a la que al menos le guste lo que escribes...Porque podría haberte leído otra editora...Son tantos los pequeños factores que te conducen hasta aquí y hay tanta gente con talento que dices '¿cómo puede ser que esta persona tenga tanto talento y no haya conseguido “equis”? Porque no se han dado o no se han alineado todos esos planetas...

Kellen Básico

VA