No es fácil pasar varias horas sin reírse; si lo pensamos, nos reímos cuando vemos un meme, cuando charlamos con alguien, cuando vemos algo en la televisión. Los comediantes viven de eso: la risa es su bandera y su eterna búsqueda sagrada… ¿Y si los reunís en una misma habitación, donde tienen que intentar hacer reír al otro pero el que se ríe pierde? ¿qué pasaría?
Esa fue la premisa que “LOL (Last One Laughing)”, que fue un éxito en todo el mundo y que por primera vez llegó a la Argentina. Bajo la conducción de la icónica Susana Giménez, y la co conducción del comediante Grego Rossello, el reality ya se estrenó en Prime Video, con episodios que llegan a la televisión semanalmente.
“Cada territorio tiene lo suyo”, dijo la showrunner Marie Leguizamo en diálogo con Filo.news, y siguió: “Yo empecé en LOL México, he estado como showrunner y ahora los nuevos territorios me emocionan mucho. Creo que es un formato muy simple, permite que los talentos enseñen cosas que pueden hacer, y muchas veces los ves haciendo cosas que no acostumbran hacer, y eso es algo especial”.
Te contamos un poco las reglas: son 10 participantes, quienes se reúnen en una misma sala por seis horas. Cada uno tiene que dejar todo para que el otro se ría. El que haga alguna mueca o gesto parecido a una sonrisa, recibirá una tarjeta amarilla; si se ríe con carcajada o acumula dos amarillas, recibirá una tarjeta roja que lo elimina del programa. El gran premio será donado a una organización no gubernamental (ONG) seleccionada por el ganador o ganadora.
Producida por Banijay Mexico & U.S. Hispanic, se trata de una adaptación de la serie de Hitoshi Matsumoto, “Dokyumentaru”, donde invitan a 10 comediantes a apostar dinero en una “batalla de risas a puertas cerradas” donde todo vale. En la versión argentina cuenta con un elenco de primer nivel: Dan Breitman, Juampi González, Migue Granados, Yayo Guridi, Mica Lapegüe, Charo López, Julián Lucero, Darío Orsi, Martín Rechimuzzi y Lucas Spadafora.
“Hicimos mucho research para encontrar a estos comediantes, para tener representantes de diferentes géneros, estilos, vieja escuela, nueva escuela, redes sociales, queríamos tener este balance para que cada persona tenga su favorito. La comedia es muy diferente en cada país, lo que define a cada país es su comedia”, dijo la productora y sumó: “Creo que la versión argentina trae algo, ustedes son muy musicales, usamos mucha música, son súper talentosos”.
“Tenemos unos juegos y unas cositas que los argentinos van a entender o decir ‘ah, yo jugaba a eso cuando era pequeño’ o ‘eso lo conozco de toda la vida’, que pueda ver de otro territorio y vea eso y diga ‘no entiendo’, pero el argentino sí lo va a entender. El reto más grande de esta temporada es que conozcan qué es el show, y siempre vamos escuchando a la audiencia también, qué les gustaría ver, siempre estamos buscando maneras de innovar el formato y sorprender”, adelantó Leguizamo.
Así fue la experiencia de los comediantes en “LOL”
Foto: Gentileza prensa
“Estamos felices, con ganas de ver qué pasó con todo lo que grabamos”, dijeron los comediantes, quienes se volvieron a reunir no para competir sino para hablar mano a mano con Filo.news en el Hotel Hilton Buenos Aires. Según contaron, hasta el momento del estreno no habían visto nada previo, cómo había quedado o la edición de los episodios.
“Hay dos patas también, el contenido por un lado y por lo menos hablo por mí, todo el brillo que hay alrededor y al que no estoy acostumbrado, ir a grabar a una plataforma como Prime Vídeo, dormir en un hotel, tenemos la alfombra azul, es muy divertido, son esos días que son más de disfrute que otra cosa”, sostuvo entre risas Grego Rosello, quien además del programa se destaca con su ciclo “Fernet con Grego” en Youtube.
Grego trabajó par a par con Susana Giménez: “Son esas cosas que decís ‘ni la soñé porque no tenía mucho sentido’. Todo el mundo habla de que es re piola, y yo dije conmigo no tiene nada que ver, pero fue muy generosa, aprendí mucho, estuvo muy bueno y lo que hicieron los chicos fue muy difícil, yo que lo ví de afuera y me dedico a lo mismo, y ese es el encanto que tiene el programa”, relató.
“Las seis horas yo creo que se pueden definir con una palabra: intensas”, resumió Mica Lapegüe, quien revoluciona las redes con los audios ajenos que recibe por WhatsApp y que transforma en videos para Instagram. “No sabíamos quiénes iban a estar dentro de la casa, entonces medio que íbamos ahí a la deriva a ver qué sucedía, a entregarnos a lo que podía pasar”, amplió.
“Fue muy intenso grabar allá, eso no ayuda a la memoria. Muchos estímulos en tan pocas horas”, añadió Carolina "Charo" López, quien actualmente presenta su nuevo show “Las lindas también leen” junto a Noelia Custodio. “Aparte después de hacerlo quedás como ¿estuvo bien? estás muy a la deriva, no hay una devolución de qué pasó, eso también genera incertidumbre interesante”, continuó.
“Tengo una especie de agujero mental del que no me acuerdo nada de lo que pasó ahí, ¿realmente pasó? ¿estuvimos con Susana?”, comentó entre risas Julián Lucero, quien en abril, mayo y junio dará un taller de actuación y construcción colectiva, según anunció en sus redes. “Es como si hubiéramos estado en una guerra pero ahora nos saludamos”, completó.
Convivir con la seriedad
Foto: Gentileza prensa
“Uno va con una propuesta, un lenguaje, una primera idea, pero después te encontrás con todas personas que laburan de lo mismo que vos, entonces se arma ahí algo interesante”, dijo Martín Rechimuzzi, quien actualmente presenta su show “¿Qué pasa hoy acá?” junto a Erica Rivas.
Cada uno podía llevar un bolso con elementos que le sirvieran para competir, ya sea una peluca, un libro o un disfraz. Las dinámicas en el programa son constantes, es un chiste tras otro, uno que pisa a otro, no hay ni un minuto de descanso, excepto cuando Susana entra con alguna tarjeta en mano.
“Por ahí había muchos objetos que de por sí son disruptivos, o graciosos o transgresores, y ya llega un momento en que todo da igual ahí adentro”, opinó Charo, a lo que Lucero agregó: “Eso es interesante también, la sensación grupal de que algo se agota, como el grupo va moviéndose. Todo lo que vos creés, ingenioso, divertido, inteligente, es todo lo contrario, sos un desastre, es todo muy obvio, es muy interesante chocarse con eso, son 6 horas de fracaso permanente y para un comediante eso son piñas”.
“Y más cuando salías con algo que recontra habías preparado y decías ‘bueno, esto la rompe’ y te encontrabas con que lo hacías y no pasaba nada, y tenías que luchar con tu cabeza de que pensaba que hiciste todo mal. Me encontraba diciendo ‘no soy gracioso, ¿qué hago acá?, ¿por qué se me ocurrió hacer este chiste?’”, añadió Lucas Spadafora, quien ya había estado en el reality y competencia “Cantando por un sueño”.
“Lo bueno de este formato es que todas sus tácticas, técnicas, estrategias, cuando estás ahí te das cuenta de que de tu cabeza al hecho hay 9 personas más y que puede pasar cualquier cosa, y eso es interesante”, sumó Charo, a lo que Lapegue coincidió: “Lo que tiene LOL es que nada está planificado, nada está guionado, entonces eso te puede hacer reír, te pueden saltar con cualquier cosa y te descoloca”.
Mientras tanto, Grego miraba todo desde fuera: “Me agarraba una desesperación afuera, me daban ganas de decirles ‘está bueno, realmente está bueno’”, contó. Los comediantes no se lo dejaron pasar: “Estamos todos muy mal con Grego”, bromeó Lucero, a lo que Lucas agregó: “Se desconoció de todos nosotros, era otra persona”, y Charo remató: “Él hacía como que no se acordaba de nuestros nombres”. Tras las risas, Spadafora se sinceró: “Era lindo verlo porque es más cercano a nosotros que Susana”.
La risa en los detalles
Foto: Gentileza prensa
“La sorpresita es aniquiladora”, afirmó Charo y todos coincidieron. Como contaban los comediantes, en un programa donde todo puede pasar lo impredecible y lo improvisado se volvían las armas más poderosas y peligrosas.
“Un detalle es lo que te puede hacer reír, porque si alguien te cuenta un relato o una forma de algo, vos entrás en un estado de ‘ok, puedo ordenarme acá para no reírme sobre este asunto’, pero cuando empieza a aparecer un detallecito, una pavada”, dijo Lucero.
“Es todo un arma de doble filo”, añadió Darío Orsi, quien presentó recientemente su show de stand up “Me quiero quejar”. “Si mi chiste es acercarme y hablarle finito, por ahí él me responde hablando finito y me hace reír a mí. En la vida real vos hacés un chiste, el otro se ríe, y la risa se comparte y se multiplica, acá no podés hacer eso porque perdiste vos”, siguió.
Todos se conocían de las redes, pero algunos no se habían visto personalmente. “Con otros teníamos amistad, habíamos compartido escenarios, con algunos más vínculos y con otros no, pero cada integrante era una sorpresa positiva y negativa… el que desconoces porque decís ‘no sé qué puede hacer’, y el que conocés porque tenés tanta intimidad que te mirás y te reís”, analizó Juampi González, quien presenta actualmente su show “Soltero”.
Cada uno tenía su punto débil, algo que siempre los hacía reír y que implicaba un esfuerzo doble. El de Darío era un comentario por debajo, al igual que el de Mica; el de Juampi era el doble sentido y juego con lo sexual. De todas formas, para todos la sorpresa y la espontaneidad era lo más fuerte.
Y son esos comentarios, esos chistes lo que llevaron a la serie a lo más visto de la plataforma a nivel nacional. Sobre nuestro humor, Rechimuzzi reflexionó: “Argentina se caracteriza por la irreverencia. Siempre los espacios de resistencia fueron muy humorísticos, eso produce también una relación con lo peligroso, con llegar hasta el borde y no tan por ahí con el recurso, que el recurso esté más al servicio de lo que querés contar. Si uno mira en la historia de la comicidad en Argentina, en el siglo 20, siempre predomina el riesgo, quienes han tomado el desafío de llegar hasta un límite de lo posible y ahí pasarlo, y muchas veces pasarlo con un objetivo, que es la construcción de un sentido diferente al dado, que ese es el objeto del humor”.
