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La crisis y las fintech: una meseta que puede ser la plataforma de nuevos despegues

Los capitales de riesgo que financiaron el despegue de las start-up del sector son ahora más conservadores. Cómo aprovechar el momento.

Luego de un meteórico ascenso en los últimos años, el sector fintech podría haber entrado en un valle. El flujo de capital inversor, que fue el motor de su crecimiento desde 2018 a esta parte, parece haber migrado hacia apuestas más conservadoras, a partir del brusco stop que a nivel global significaron los procesos inflacionarios en los países centrales, la guerra en Ucrania y los efectos de la pandemia del Covid 19.

Pese a que la retracción de estas inversiones puede implicar un problema, el escenario actual, inédito para las empresas de esta industria, trae aparejados nuevos desafíos y oportunidades.

Ahora, para ser atractivas, las empresas deberán demostrar su valor. Los inversores que sí siguen apostando por el sector priorizan no tanto las proyecciones de buenas historias, sino sus resultados. Lo cual puede significar un desafío para muchas empresas y, al mismo tiempo, una oportunidad de crecimiento. Así lo han demostrado las noticias de las últimas semanas, que dan cuenta de algunas inversiones atractivas, sobre todo orientadas a empresas maduras que logran mantener su fondeo.

Las fintech pueden barajar y dar de nuevo. Mirar el camino recorrido, potenciar sus puntos fuertes y ajustar los aspectos a ser mejorados. Esto no implica únicamente repensar los procesos para concentrarse en la rentabilidad; sino focalizar al interior de la organización y volver a poner el propósito de la compañía y su propuesta de valor en el centro de la escena.

Ésto, sin dudas, no se logra sin equipos comprometidos con una propuesta que va más allá de lo económico. Al igual que en un jardín, las fintech pueden aprovechar este invierno para trabajar en su terreno, quitar sus propias malezas y prepararse para lo que va a venir.

En este proceso, seguramente algunos objetivos de las compañías cambien. Las empresas deben centrarse en lo importante: lo que más se alinee con su propósito y su propia historia permanecerá, y se dejarán de lado aquellos objetivos que, si bien pueden resultar atractivos, las alejen de su eje principal.

De la misma forma, objetivos que parecían lejanos en el tiempo pueden acelerarse: muchas empresas, con vocación regional, quizás se animen en este momento a dar el salto y expandirse a otros países. Es que las propuestas de este sector tienen el potencial de revolucionar el manejo de las finanzas de las personas, sin importar en qué país estén ubicadas. Y, aunque pueda parecer un reto mayor, sin dudas los beneficios de posicionarse en distintos mercados pueden ayudar al crecimiento de las compañías.

A pesar de la incertidumbre financiera, el sector fintech se enfrenta ahora a la oportunidad de comenzar a dibujar su madurez. El valle puede ser una plataforma para el próximo despegue y las oportunidades más allá de este momento todavía parecen infinitas.

(*) CEO de Poincenot tech.studio, vicepresidente de la Cámara Argentina de Fintech y Presidente de Fintech Iberoamérica.