La consultora EY Argentina presentó una encuesta a los ejecutivos de las principales compañías en la apertura de la 43° Convención Anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas
Pensar la economía en Argentina en el largo plazo puede resumirse en una batería de temas que se repiten: cómo abordar la inflación, mejorar la competitividad, conseguir un marco cambiario estable y una contexto jurídico previsible para poder lograr inversiones de largo plazo son algunas de las preocupaciones que los empresarios se animan a decir en voz alta en los últimos años.
"Hace décadas que nos preocupamos por los mismos temas: por la inflación, el déficit fiscal, la falta de estabilidad de nuestra moneda, la desocupación y por la falta de reglas de juego claras, que no sean modificadas permanentemente de acuerdo con las necesidades de corto plazo de las autoridades de turno", afirmó en la apertura de la 43° Convención Anual del IAEF, su presidente Marcelo Fell.
"No se puede vivir en un contexto en el que el cambio de reglas sea un hecho habitual", aseguró Fell en el discurso inaugural de las jornadas que organiza la entidad empresaria este jueves y viernes en la ciudad de Salta. El también gerente de finanzas de Transener apuntó: "La educación, la cultura del trabajo y la seguridad, o mejor dicho la falta de seguridad en el sentido más amplio, también son preocupaciones"
"También y no menos importante, el peligro que conlleva la falta de independencia de poderes, base de nuestra República.", remarcó Fell.
En este contexto, la mayoría de los ejecutivos de las empresas argentinas reconoció que durante este año alcanzó un nivel de ventas "aceptable" pero espera menos rentabilidad e inversiones de cara a 2023. Así se desprende de una encuesta realizada por la consultora EY Argentina en conjunto con el Instituto Argentino de Finanzas (IAEF).
Setenta ejecutivos de finanzas de empresas líderes del pais participaron de este estudio que arrojó que, frente a la escalada de la inflación e incertidumbre cambiaría, prevén para el 2023 una desaceleración en el crecimiento de sus ventas y en la rentabilidad
Durante 2022, estas estuvieron enfocadas principalmente en activos fijos, incorporación de tecnología y aumento de capital de trabajo. Sin embargo, para la mayoría de estas empresas estas inversiones no generaron la necesidad de nuevo personal. “Las respuestas nos indican una muy alta utilización de la capacidad instalada”, destacó Pablo De Gregorio, socio de EY Argentina.
Al mismo tiempo, los empresarios afirmaron que el financiamiento es cada vez más escaso y que las inversiones decrecerán el año que viene. Un tercio de las empresas se auto financió, mientras que el 27% lo hizo a través de bancos. En tanto, un 19% obtuvo crédito de sus proveedores. Apenas el 11% recibió fondos de sus casas matrices y sólo el 7% se volvió al mercado de capitales local.
De Gregorio coincidió con el diagnóstico inicial de Fell: ante una macro que se reedita, las respuestas de los empresarios versaron sobre los mismos temas que años atrás. Para revertir el circuito vicioso, los empresarios reclamaron un plan económico claro y sustentable (30%), una política cambiaria estable (25%), una reforma tributaria que estimule la inversión (19%).
Los sectores que presentan más oportunidades hacia adelante siguen siendo el de agronegocios, la energía y la infraestructura.“El nuevo contexto geopolítico que enfrentamos producto de la guerra en Europa es visto como una gran oportunidad, y parece haber consensos sobre lo que hay que cambiar para aprovecharlo”, agregó el socio de EY.
En este sentido, alcanzar simplificación tributaria y administrativa y un acuerdo gobierno-sindicato-empresas surgen como las principales acciones del Estado que los ejecutivos afirman que mejorarían la competitividad y facilitaría su plan de inversiones.
