La elección de Bruglia es un claro mensaje de respaldo al juez atacado por el gobierno, a quien el presidente llamó "ilegítimo".
La Cámara Federal porteña, el mismo tribunal que hace 32 años juzgó y condenó a las Juntas Militares -con otra integración, por supuesto- acaba de elegir a quien será su presidente en 2023. Es el juez Leopoldo Bruglia, uno de los objetivos preferidos de las diatribas del kirchnerismo.
La elección de Bruglia -habitualmente reticente a aceptar la presidencia- es un claro mensaje del tribunal que revisa las decisiones de los doce juzgados federales porteños hacia el gobierno, un gesto de afirmación e independencia.
Bruglia llegó a la Sala I de la Cámara en 2018, por un traslado desde el Tribunal Oral Federal 4 dispuesto por el gobierno de Mauricio Macri. Junto a él, también fue trasladado su colega Pablo Bertuzzi. En noviembre de 2020, la Corte sentenció que esos traslados eran correctos pero sólo hasta que las vacantes que buscaban ocuparse fueran adjudicadas a nuevos magistrados luego de concursos específicamente convocados para hacerlo.
Hasta que eso no ocurra, ambos jueces tienen su asiento legítimamente ganado en la Cámara Federal.
Pero el oficialismo inició una campaña política y mediática contra Bruglia, Bertuzzi y también Germán Castelli, integrante del TOF 7 luego de un traslado desde el TOF 3 de San Martín.
Hace un mes, Bruglia demandó al presidente Alberto Fernández por haberse referido a él como un "juez ilegítimo".
"Los dichos del Presidente ocasionan un daño moral importante que afecta los derechos personales y es lo que da origen a la demanda y a la correspondiente indemnización".
El juez insistió: "Habla de que soy ilegítimo, lo cual es mentira y genera un daño moral importante. No puede ser impune lo que dice. La vía judicial es el camino", concluyó. Ese mismo día, el camarista renunció a la Asociación de Magistrados, por considerar que no había reaccionado con la suficiente firmeza para defenderlo.
La elección de Bruglia como presidente de la estratégica Cámara Federal tiene la misma lectura política que la re reelección de su compañero Martín Irurzun en 2020, cuando también estaba bajo el fuego político del kirchnerismo.
