Un hombre enviaba imágenes de niños siendo abusados sexualmente, mientras que del otro lado de la puerta de su casa, la Policía de la Ciudad y la Federal estaban a punto de allanarlo. Así fue el momento en que entraron a la casa de uno de los tres detenidos en Argentina por la operación "Luz de Infancia X", que se llevó adelante en 9 países en simultáneo.
En total fueron 125 allanamientos en todo el mundo, 12 de ellos en la Ciudad de Buenos Aires. Se encontraron alrededor de 15.000 archivos digitales con contenidos de abuso sexual infantil y 500 dispositivos electrónicos y de almacenamiento.
Hasta el momento, hay tres detenidos en Argentina, 40 en Brasil y dos en Panamá. También hubo allanamientos en Ecuador, Costa Rica, República Dominicana, Colombia, Estados Unidos y Paraguay.
"Además de la flagrancia que se da cuando una persona facilita imágenes de abuso sexual infantil, detenemos cuando hay menores en riesgo", dice la titular de la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas, Daniela Dupuy a Clarín.
Y confirma que en uno de los allanamientos, "uno de los hombres fue detenido porque vivía con su hija de tres años y la menor corría riesgo".
El tercer caso en que detienen es cuando en los allanamientos hacen una búsqueda rápida en las computadores, con un software especial, de videos y fotos de abusos sexuales infantiles, y hallan las pruebas del delito.
En 9 de los 12 allanamientos no hubo detenidos pero el Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) tiene sus dispositivos, los cuales serán analizados. "Mañana todos los allanados van a declarar en la fiscalía. Por lo general vienen con sus abogados y reconocen su responsabilidad para cerrar la causa en un juicio abreviado", explica la fiscal.
La cadena de la pornografía infantil incluye desde la producción, financiación y el ofrecimiento hasta la comercialización y distribución, entre otros. En Argentina se sanciona desde que la persona tiene en su poder el material. La tenencia de estas imágenes se incluyó en el Código Penal en el 2019.
Los allanamientos se hicieron luego de que el software P2P (peer to peer o red entre pares) captara a usuarios descargando y compartiendo material con contenido de explotación sexual infantil en la Ciudad de Buenos Aires.
La investigación se dio en el marco de la investigación Protected Childhood que fue iniciada por el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos y la Secretaría Nacional de Seguridad Pública de Brasil en 2017.
Dupuy encomendó tareas de investigación a la Unidad de Cibercrimen del Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) del Ministerio Público Fiscal para profundizar la información e identificar los objetivos localizados.
Por eso, se pudieron allanar domicilios en Villa Devoto, Villa Urquiza, Parque Chas, Caballito, Mataderos, Almagro, Parque Patricios, Flores, La Boca, Parque Chacabuco, Balvanera y Palermo. Además de la Policía de la Ciudad y la Federal participó de los allanamientos Gendarmería y Prefectura Naval Argentina.
Por qué siguen operando a pesar de las detenciones
Pese a que ya se habían hecho las operaciones “Luz de infancia I, II, III, VII, VIII y IX", las redes continúan en funcionamiento. "Siguen operando porque son miles de usuarios distribuidos en el mundo quienes facilitan este tipo de imágenes aberrantes. Por eso, es un compromiso internacional luchar contra estos delincuentes", sostiene Dupuy.
Y hace hincapié en que "desde poco antes de la pandemia hasta ahora hay más de 30 condenados por distribución, producción y abuso sexual infantil".
Las jurisdicciones donde más se detectó pornografía infantil fue en la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires, seguidas por Córdoba y Santa Fe, según Dupuy.
"El 99,9% de los involucrados en estas redes son hombres de entre 35 y 60 años. Algunos son profesionales, profesores de la facultad, médicos y tienen familia. Sin embargo, comprobamos que llevan estas conductas aberrantes", explica la fiscal especializada en delitos informáticos.
De hecho, gracias a estos operativos, en 2019, el ex pediatra del Hospital Garrahan Ricardo Russo fue descubierto por producir y distribuir fotos y videos de explotación sexual de menores. La Justicia porteña lo condenó a ocho años y medio de prisión.
MG
