Además, se implementó un sistema para asegurar que el producto se conserve en óptimas
condiciones y que no se pierda nada durante el proceso. El proceso es controlado con
etiquetas que aseguran la trazabilidad de las variedades desde que son cosechadas en los
viveros hasta que llegan a la sala de secado, pasando por un segundo pesaje.
Por último, el control de los parámetros ambientales como la temperatura y la humedad es
fundamental para mantener la calidad del producto. La temperatura debe estar entre 17 y 24
grados, mientras que la humedad debe mantenerse por debajo del 50%.
Con esta nueva sala de secado, la biofábrica de Misiones podrá aumentar su producción
hasta las siete hectáreas, demostrando que la innovación en el sector del cannabis es clave
para el desarrollo de la industria.
