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El gobierno porteño acordó ese porcentaje de aumento con el gremio de municipales y para todo 2023. Siguen negociando bancarios y choferes de colectivos.
Mientras aguarda por el avance de las discusiones clave en el sector privado, el ministro de Economía, Sergio Massa, sumó un aliado impensado en su afán de apuntalar el tope de 60% en las paritarias de 2023: el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, cerró este jueves en ese porcentaje la negociación con el gremio que agrupa a los trabajadores municipales de la Ciudad.
El entendimiento sellado entre la administración porteña y la conducción del Sindicato Unico de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires (Sutecba) estableció un incremento salarial de 60% para todo el año, en siete tramos no acumulativos y con una cláusula de revisión trimestral del convenio en base a la evolución de la inflación.
Según el acuerdo, desde enero y en forma retroactiva se aplicará una suba de 6%, en febrero la mejora será de 5%, en abril de 9% y habrá cuatro tramos de 10% de aumento que se abonarán con los salarios de junio, agosto, octubre y diciembre de 2023.
El esquema se completa con la misma suba en los adicionales de convenio, como antigüedad, y un incremento de 10 puntos adicionales en el rubro insalubridad y tarea riesgosa.
El acuerdo alcanzado por los municipales porteños es el primero en replicar la aspiración de Massa de generalizar una pauta de suba del 60% para todo 2023, en una apuesta por anclara las expectativas e intentar contener la escalada inflacionaria en pleno año electoral.
En ese objetivo el ministro de Economía avanzó en las primeras semanas de enero en un principio de acuerdo con un grupo de grandes gremios de la CGT para que alineen sus respectivas paritarias bajo el paraguas de un esquema de recomposición anual del 60% o dos convenios semestrales de 30% con la garantía de una revisión frente a un aumento de precios que supere la mejora salarial convenida.
Así, el acuerdo cerrado por la gestión de Rodríguez Larreta con el titular del gremio de municipales, Amadeo Genta, le ofreció a Massa un respaldo importante en su estrategia para las paritarias, mientras el ministro aguarda por la definición de las primeras discusiones en el sector privado formal.
Las negociaciones en marcha
Justamente este jueves volvió a activarse una de esas negociaciones, aunque aún sin definición. La conducción de la Asociación Bancaria, liderada por Sergio Palazzo -uno de los sindicalistas más cercanos a la vicepresidenta Cristina Kirchner- se reunión con los representantes de las cámaras que agrupan a las entidades financieras, pero la discusión volvió a empantanarse y el gremio se declaró en estado de alerta ante la falta de una oferta salarial empresaria.
"Transcurrido completo el mes de enero sin ningún tipo de acuerdo alcanzado, restando aún cerrar la paritaria de 2022 con su actualización correspondiente, la AB entiende que esta actitud es una dilación más de las cámaras empresariales, por lo que declaramos el estado de alerta y movilización en todo el país", indicó un comunicado del gremio de Palazzo tras el encuentro.
A diferencia de la pretensión de Massa, el sindicato bancario rechaza firmar un entendimiento anual y negocia un acuerdo de corto plazo (solo para los primeros meses del año) de manera de ganar tiempo para observar la evolución de la inflación durante el primer trimestre. "No hay margen para firmar por todo el año", dijeron en el gremio a Clarín.
La otra negociación en marcha y con avances importantes es la que involucra los salarios de los choferes de colectivos de corta y media distancia agrupados en la UTA. Allí el gremio que encabeza Roberto Fernández acercó posiciones para fijar un aumento semestral de 31% en tres tramos acumulativos.
Pero el acuerdo está atado a la discusión que, en paralelo, los dueños de las empresas de colectivos del AMBA mantienen con las autoridades del Ministerio de Transporte para incrementar los subsidios al sector, donde las diferencias son importantes. El Gobierno prometió resolver la cuestión salarial, pero hay otros aspectos -gasoil, valor de los coches, mantenimientos- que importan a los empresarios, por lo que se mantienen en desacuerdo con la solución que propuso Transporte hasta ahora.
El primer entendimiento salarial del sector privado que en parte está en línea con el modelo alentado por el ministro de Economía para las paritarias se firmó la semana pasada en la negociación de los mecánicos de Smata. En ese caso, el gremio que conduce Ricardo Pignanelli consensuó con las automotrices un incremento de 18% para el primer trimestre del año y apuesta a completar el año con acuerdos cortos, resistiendo la presión de Massa por un cierre para todo 2023.
