¿Qué tienen en común los anuncios de empleo con límite de edad máxima, los múltiples tratamientos y productos de belleza que prometen soluciones “anti-edad” y la etiqueta de “población de riesgo” o “vulnerable” que reciben las personas mayores? Son todas manifestaciones de ese entramado de estereotipos (cómo pensamos), prejuicios (cómo nos sentimos) y discriminación (cómo actuamos) hacia las personas en función de su edad, lo que se conoce como edadismo.
Este sesgo negativo hacia el envejecimiento atraviesa todas las capas de la sociedad y está presente tanto en las instituciones como en la interacción personal: en la familia, en el trabajo, con amigos o desconocidos, y hasta contra uno mismo, cuando estas creencias se interiorizan. De acuerdo con Naciones Unidas, el edadismo se ha vuelto un problema a escala mundial, que tiene profundas consecuencias negativas sobre la calidad de vida y la salud física y mental de las personas mayores. La importancia de estos efectos es tal que un estudio de la reconocida investigadora Becca Levy reveló que las personas mayores con actitudes positivas hacia el envejecimiento tenían un promedio de vida de 7,5 años más que las personas con percepciones negativas en relación a envejecer.
“Los estereotipos asociados a la vejez continúan estando presentes en nuestras sociedades y producen efectos sobre el bienestar y la salud integral de las personas, esto se traduce, tanto en una mayor posibilidad de situaciones de aislamiento y soledad, una sexualidad limitada, la posibilidad de la aparición de enfermedades mentales tales como depresión, deterioro cognitivo y distintos tipos de demencias, como también en un aumento del riesgo de patologías de orden físico”, afirma María Eugenia Willems, Directora del Club de Día para personas mayores de la Asociación Civil Mensajeros de la Paz Argentina.
Y agrega: “Sabemos que transformar los imaginarios y prejuicios no es una tarea fácil, pero tenemos el compromiso de trabajar día a día para actuar en consecuencia frente a las situaciones que ponen a las personas mayores en un lugar de fragilidad, improductividad, que los trata como si fueran niños, incapaces de ejercer su derecho a decidir cómo quieren vivir, negando incluso su sexualidad y eroticidad, como si el deseo tuviera fecha de vencimiento”.
Desde 2003, Mensajeros de la Paz ha trabajado en nuestro país al igual que lo hace alrededor del mundo: promoviendo el cumplimiento de los derechos de las personas mayores, su participación activa en la comunidad y fomentando el envejecimiento como una etapa más de la vida, que necesita ser valorada positivamente.
En ese sentido, el próximo 1° de octubre, la Asociación realizará el encuentro Transitando caminos mayores. Compartiendo saberes y aprendizajes con una perspectiva incluyente y EnvejeSiente. El evento se propone como un intercambio de saberes, experiencias y aprendizajes entre las personas mayores, los integrantes de organizaciones que trabajan con personas de edad, comunicadores sociales y miembros del equipo de Mensajeros de la Paz, buscando poner en juego los distintos estereotipos y representaciones asociados al envejecimiento.
El objetivo del encuentro es reafirmar la necesidad de continuar comprometidos en los procesos de concientización y comprensión de las realidades que atraviesan las personas mayores, y reafirmar la defensa, promoción, restitución y protección de sus derechos.
Adicionalmente, Mensajeros de la Paz pone a disposición de una guía de recursos para promover un envejecimiento saludable y la solidaridad intergeneracional, que propone pensar estos estereotipos y brinda también una serie de herramientas, consejos y hábitos saludables tanto para las personas mayores, como para sus familiares y amigos y quienes trabajan a su cuidado. La guía se encuentra disponible para su descarga gratuita en este enlace.
En el año 2021 más de 220 personas mayores y sus familias fueron acompañadas y asistidas en el Club de Día y Hogar de larga estadía San José de Mensajeros de la Paz.
Hoy, el Hogar San José, ubicado en el Municipio de Tres de Febrero y con 87 años de historia asociados a la protección de los derechos de las personas mayores con menores recursos económicos, necesita de la ayuda de todos para seguir llevando adelante este importantísimo rol en la comunidad. Para conocer más y colaborar clic aquí.
