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Luego de la firma del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) al comienzo del año, el 2022 se consolidó como un año de ajuste fiscal en el que el gasto público cayó un 7,4% interanual en términos reales, disminución que se construyó con un derrumbe de la inversión del Estado en "capital", de acuerdo a un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
Esa fue precisamente la clave para el sobrecumplimiento de la meta fiscal, ya que el déficit primario cerró en el equivalente a 2,4% del Producto Interno Bruto (PIB), una décima menos que el objetivo.
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La composición del ajuste en el gasto fue dispersa: mientras las erogaciones corrientes tuvieron una retracción del 1,6% real (crecimiento nominal de 69,7% contra una inflación promedio anual de 72,4%), los gastos de capital se desplomaron en un 37,6% real -salto nominal de apenas el 7,6%-. En tanto, los intereses de la deuda pública crecieron hasta casi $ 1,6 billones, un 18% real -103,5% nominal- frente al 2021, por lo que el gasto total bajó un 5,5% real.
Jubilaciones: ¿hubo ajuste?
Como es habitual, las Prestaciones de la Seguridad Social componen el ítem con mayor peso dentro de la estructura de gastos de la Administración Pública Nacional. En 2022 el Tesoro destinó $ 6.294.853 millones ($ 6,3 billones) a este fin, un 39,4% del gasto primario total -casi $ 16 billones-, y hubo un ajuste en términos reales de 1,3%, que incluye la suma de las jubilaciones y pensiones.
En segundo término, las Transferencias corrientes totalizaron el año pasado $ 6.193.815 millones ($ 6,2 billones), un 38,8% del gasto primario nacional o el 35,3% del gasto total -contando intereses-, con una disminución real de 5,6% interanual contra el período enero-diciembre 2021.
Jubilaciones, pensiones, programas sociales y subsidios explicaron durante el año pasado el 78% del gasto primario del Sector Público Nacional
Dentro de este rubro, las transferencias al sector privado sumaron $ 3.870.530 millones ($ 3,9 billones) y tuvieron una caída real del 2,3% interanual. Esto incluye los subsidios, las ayudas sociales realizadas por la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) en concepto de Asignaciones Familiares y complementos a las prestaciones previsionales, los programas Potenciar Trabajo y de Políticas Alimentarias (Ministerio de Desarrollo Social) y las Becas Estudiantiles (Ministerio de Educación), describió ASAP en su informe.
Entre las Prestaciones de la Seguridad Social y las transferencias corrientes al sector privado se explica el 61% del incremento nominal total del gasto público que se verificó en 2022.
Los intereses de la deuda pública se duplicaron el año pasado en términos nominales y representaron en 2022 el 9% del gasto total
Dentro de los otros rubros del gasto corriente, se destaca el crecimiento de las remuneraciones del sector público nacional en un 8,5% real interanual hasta los $ 1,7 billones, la caída de los giros a las provincias en un 10% real hasta los $ 625.495 millones y el incremento de las transferencias a universidades por 3,7% real para alcanzar los $ 547.521 millones.
Obras públicas y dinero a las provincias
Por el lado de los gastos de capital, la ASAP destacó que "al considerar en forma conjunta a la Inversión Real Directa y a las Transferencias de Capital a provincias, se aprecia que en 2022 la Administración Nacional asignó $ 634.277 millones del gasto de capital en provincias y municipios, lo que representa una variación de 36,7% nominal con respecto al monto devengado en el mismo período de 2021", lo que representa una baja de 20,7% en términos reales.
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Hubo casos como el de la Ciudad de Buenos Aires, Tucumán y Santiago del Estero con variaciones interanuales nominales superiores al 100%, mientras que las transferencias para las provincias de Chaco, Salta, Tierra del Fuego, Formosa, Catamarca, Santa Cruz, Buenos Aires, San Luis, La Pampa, Santa Fe y San Juan crecieron menos del valor promedio. En el caso de Mendoza, Neuquén, Córdoba, Jujuy y Río Negro la variación interanual fue negativa incluso en términos nominales.
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Por último, cabe destacar que los subsidios a la energía cayeron un 11,5% real el año pasado, principalmente debido a la postergación de pagos a productores de gas y a generadores eléctricos.
