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El exministro de Economía, Domingo Cavallo, aseguró que la gestión económica presidida por Sergio Massa podría resolver la cuestión cambiaria "sin riesgo de Rodrigazo", evento utilizado semanas atrás por el secretario de Programación Económica, Gabriel Rubinstein, para referir al panorama que afrontaría el país "si se intentara salir del cepo en forma inmediata y sin condiciones previas".
La explicación fue abordada en un artículo publicado este miércoles en su blog personal, titulado "La economía se encierra cada vez más". Allí, el economista enfatizó en primer lugar que la política cambiaria que está llevando a cabo la administración actual "lleva a un creciente encerramiento de la economía, tanto por el lado de las exportaciones como de las importaciones.
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El enfoque a las importaciones está vinculado a la falta de dólares para abastecer los requerimientos de las empresas, limitaciones que han sido reflejadas en el último informe de comercio exterior de INDEC, que refleja la mayor caída en ocho meses. Esto, según detalló Cavallo, impacta en el nivel de exportaciones.
"Peligra la continuidad de actividades que se desarrollaron en el pasado", explicó, al mismo tiempo que advirtió que un incremento eventual del aislamiento internacional dado que podría haber una "estatización del comercio exterior que tanto pregonaban los ideólogos estatistas en las décadas del 50 al 70".
LA SOLUCIÓN CAMBIARIA, SEGÚN CAVALLO
El exministro de Economía y canciller de la presidencia de Fernando de la Rúa, aconsejó explícitamente al equipo del ministro de Economía y el Banco Central preparar "preparar, para el próximo gobierno, el terreno hacia una unificación y liberalización del mercado cambiario que permita volver a abrir la economía y avanzar hacia la derrota de la inflación".
El exministro de Economía, Domingo Cavallo.
Desdoblamiento formal y transitorio del mercado de cambio
"La propuesta que vengo pregonando desde que se establecieron los controles de cambio significa transformar al actual MULC, que no es ni único ni libre, en un mercado comercial en el que se compren las divisas de exportación y se vendan las divisas para importaciones que se muevan físicamente a través de las fronteras", dijo en primer lugar.
Remarcó, además, que los controles de cambio se limitarán a las operaciones que obligatoriamente se deben realizar en este mercado y las demás transacciones deberían cursarse en un mercado totalmente libre, en el que no participe el Banco Central, ni para comprar ni para vender.
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El superávit comercial, que para este año se estima en u$s 6400 millones de dólares, "se transformará en compra de reservas por el Banco Central".
"Al habilitarse la entrada de capitales en forma plenamente legal, a un tipo de cambio que no está distorsionado por intervenciones discrecionales del Banco Central, la entrada y salida de divisas actuará como estabilizador del precio en el mercado libre", añadió.
"UNIFICACIÓN CAMBIARIA SIN RODRIGAZO"
El ex titular del Palacio de Hacienda explicó en el último segmento de su artículo cómo producir la unificación cambiaria sin riesgo de Rodrigazo. Por un lado, destacó que desde la implementación de un "mercado desdoblado", la brecha entre los dos tipos de cambio "no tiene por qué ser superior" a la que hoy rige con los dólares financieros, el informal y oficial fijado por el Banco Central.
"En la medida que el gobierno vaya logrando disminuir el ritmo de crecimiento del gasto público y de la emisión de pasivos del Banco Central, la brecha tendría que comenzar a cerrarse. Cuando renazca mínimamente la confianza en el manejo responsable de la emisión y el endeudamiento, el tipo de cambio libre tenderá a apreciarse y acercarse al tipo de cambio comercial", afirmó.
"Cuando la brecha sea reducida, se podrá avanzar hacia la unificación sin un salto cambiario que desate expectativas inflacionarias por arriba de las determinadas por la inercia inflacionaria y la eliminación de la inflación reprimida. En ese momento el gobierno podrá y deberá anunciar un plan de estabilización y crecimiento capaz de revertir las expectativas desestabilizadoras que se alimentan en la actual desorganización de la economía. Desorganización de la que un ingrediente crucial es el sistema cambiario", concluyó.
