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Tras las tensiones, cómo fue la charla privada entre Alberto Fernández y Sergio Massa para calmar la interna

Cuando Malena Galmarini salió a admitir públicamente el enojo de Sergio Massa por las “operaciones políticas” que “vienen de la Casa Rosada” no sabía que horas más tarde el ministro de Economía se subiría al avión junto a Alberto Fernández. Los que conocen hace décadas la dinámica de ese pareja aseguran que no es habitual que repasen sus agendas del día en un ámbito familiar y consideran la versión "absolutamente creíble. 

Es que las duras declaraciones de Galmarini habían retumbado en los dos campamentos del oficialismo, en parte porque llegaron para blanquear una pelea que hasta entonces sólo se había manifestado en off the record. Con todo, el raid mediático que este miércoles realizó la titular de AySA por el día mundial del agua forzó una charla entre Alberto F. y Massa que sirvió para descomprimir tensiones luego mensajes y acusaciones cruzadas y que el Gobierno cerrara filas en defensa del canje de bonos de la Anses y otros organismos oficiales por letras en pesos. 

El Presidente dio un primer paso para el reencuentro con Massa cuando lo pasó a buscar con el helicóptero por Casa Rosada. Podría haber ido directo desde la Quinta de Olivos a Aeroparque y esperarlo en el avión que usó para ir a Mendoza, pero cuando el tigrense confirmó que se sumaría tras la reunión con los banqueros y empresarios en el Palacio de Hacienda decidió un cambio de hoja de ruta.

Así, Fernández lo esperó en el helipuerto y juntos siguieron camino. Públicamente, en el acto, se mostraron en sintonía y el Presidente se esforzó por elogiar la política de Transporte, una de las carteras que lidera Massa con su tropa desde que asumió en 2019.

Aunque no se abordó la Economía, Massa disfrutó de la escena porque sonó a una reivindicación de su equipo (lo acompañaban el ministro Diego Giuliano y el presidente de Trenes Argentinos, Martín Marinucci) en un momento en el que los reproches que recibía desde el Frente de Todos y que, tal como expuso Galmarini, para el tigrense surgían desde el entorno presidencial, lo habían hecho explotar de furia en su regreso de Panamá. 

Massa, que al igual que Fernández maneja con mucha fluidez el timming de los medios y periodistas, advirtió que las críticas que se multiplicaron luego de que se conociera el índice de inflación de febrero se generaban desde Balcarce 50. Ello pese a que las únicas voces de alerta las aportó el kirchnerismo.

"El mensaje de Sergio fue claro. Si le juegan a la internita tonta poniendo en riesgo la economía, él va a contestar", confió a Clarín una fuente inobjetable del entorno del ministro.

Desde Casa Rosada, fuentes oficiales aseguraron que el planteo del Presidente "fue el mismo que dice siempre: que no manda a operar ni a declarar a nadie", y que transmitió "que no sabe de dónde sacan los periodistas las cosas que se dicen" contra Massa y su gestión económica.

No hubo, en ese sentido, mayores reproches: aunque la relación lejos está de ser aquella de extrema confianza que llevaron al tigrense a volver al kirchnerismo de la mano de Fernández, saben que no hay margen para más peleas y acordaron mirar "hacia adelante"

El clima de la charla, según pudo saber este diario de distintos interlocutores de ambos bandos, fue "sincero" y mucho "más tranquilo" que el tono de la llamada telefónica del domingo, que no terminó en los mejores términos. Tanto que, como contó Clarín, Massa no llegó a consultarle al Presidente por el detalle de la intervención de Edesur. "Se conocen hace muchos años, no se van a pelear por dos o tres offs, pero tenían cosas que charlar", explicó una de las fuentes. 

Luego, hablaron de la gestión. Resaltaron los datos del desempleo, que cayó al 6,3% y luego se al canje en pesos y del impacto que la medida podía tener no sólo en los mercados sino en el Fondo de Garantía de la Anses. Massa, que ya había preparado el borrador del DNU que llevó la firma de Alberto y el resto de los ministros, se mostró confiado en que la medida tuviera un impacto positivo por el nivel de acompañamiento de los bancos y porque dijo estar convencido de que le permitirá tener una herramienta para ordenar los mercados. 

"Volvieron juntos a la tarde y terminaron de apurar la firma de los ministros para que saliera rápido el DNU", contaron desde el Gobierno.