Argentina
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Una hora más de clase, ¿también de aprendizaje?

El Gobierno informó que más del 60% de las escuelas primarias estatales ya sumaron al menos una hora de clase diaria. ¿Cómo se aprovecharán esos 60 minutos extra?

Con la firma del convenio con la Provincia para ampliar la jornada escolar en más de 900 escuelas, el Gobierno nacional informó la semana pasada que más del 60 por ciento de las primarias estatales de jornada simple del país ya han sumado al menos una hora extra de clase por día.

Es la gran apuesta oficial para compensar, en parte, el enorme deterioro de los aprendizajes provocados por el cierre de escuelas por casi dos años a raíz de la pandemia. Y una medida que viene a revertir, también en parte, una deuda que tiene el sistema educativo con los alumnos: por ley, ya desde el año 2010 al menos el 30% de los alumnos de primarias estatales deberían estar en escuelas con jornada extendida, es decir, al menos 6 horas dentro del colegio.

Sin embargo, a principios de año, apenas el 14% de los alumnos de las primaras iban a la escuela más de 4 horas por día. La Argentina es, de hecho, uno de los países con menos tiempo escolar.

A excepción de sindicatos docentes como Ctera -que se opusieron-, prácticamente no se escucharon voces en contra de ampliar la jornada escolar. Hay consenso en que la medida es sumamente importante, y sobre todo para los alumnos de sectores vulnerables, quienes tienen menos oportunidades de aprendizajes por fuera del sistema escolar y, para muchos de ellos, la escuela también funciona como un espacio de cuidado.

Ahora, tan cierto como que hoy se necesitan más que 4 horas de clase para todo lo que tienen que aprender y recuperar los alumnos de la primaria es que no necesariamente agregarle una hora extra va a cambiar el curso de la educación en crisis del país.

El principal interrogante hoy es si las escuelas realmente van a poder aprovechar la hora de más para intentar un cambio del modelo educativo o si seguirán con la misma rutina por 60 minutos más cada día.

La inversión para la hora extra (básicamente, el pago de salarios) la pone el estado nacional, pero el proyecto educativo es de las provincias. ¿Están sus funcionarios pensando en nuevos proyectos pedagógicos que tengan en cuenta las necesidades de los alumnos de hoy? ¿Hubo algún trabajo especial con los directivos para ver cómo se pone valor a la hora extra?

La ampliación de la jornada escolar al fin se pone en marcha. Es el momento de la planificación. ¿Logrará la inversión alcanzar mejores resultados educativos?