AP Photo/Eduardo Muñoz Álvarez.
Hasta 66 multinacionales que operan en la República Checa, entre ellas Vodafone, Danone, Ikea y Microsoft, han suscrito una carta abierta en la que piden al primer ministro, el conservador Petr Fiala, que apoye en el Parlamento la legalización del matrimonio homosexual para evitar pérdidas sociales y económicas.
En la misiva la empresas señalan que mantener la desigualdad entre las uniones de homosexuales y el matrimonio “implica gastos para el empleador y miles de millones de pérdidas económicas para la sociedad”, según un análisis de la organización Open for Business, que cifró en 1.500 millones esas pérdidas.
El jefe del Ejecutivo ha declarado que el matrimonio debe ser entre hombre y mujer y que nadie le podría convencer de que personas del mismo sexo puede crear un matrimonio o familia igual a la “natural”.
Dos tercios de la población adulta en el país cree que gays y lesbianas deberían tener la posibilidad de casarse, según una encuesta de la emisora pública Cesky Rozhlas.
El nuevo proyecto legislativo que otorga a las uniones entre personas LGBTQ+ los mismos derechos y obligaciones se encuentra en fase avanzada y está previsto que este otoño se retome el debate en un Parlamento donde las fuerzas conservadoras tienen mayoría, por lo que su aprobación es dudosa.
Los homosexuales pueden celebrar uniones registradas desde 2006, pero no se les permite adoptar hijos, percibir la renta de jubilación por viudedad o tener régimen de bienes gananciales.
Sí que otorga los mismos derechos de herencia que el cónyuge y también establece la obligación de sostenimiento.
