El llamado entre Sergio Massa y Cristina Kirchner, y la arriesgada jugada política de Sofía Clerici

El último domingo, la sede del peronismo aguardaba en un clima de tensión que llegaran los primeros datos de la votación. El escenario iba a estar claro pasadas las 19:30, cuando las denominadas "mesas testigo" dieran un escenario real de la elección. Pero una hora antes, las noticias comenzaron a ser buenas para el campamento de Unión por la Patria: desde Vicente López, distrito de la primera sección electoral gobernado por el PRO; fiscales mandaban fotos de telegramas donde aparecía mucho voto para Sergio Tomás Massa. Allí, la sensación comenzó a ser distinta de la elección PASO o Primarias. Luego, desde el Correo Central, surgían infidencias de los primeros resultados. El ministro-candidato estaba en una oficina del segundo piso del Complejo C, de Chacarita, con las personas con las que más intimidad compartió en el último tramo de la campaña: Cecilia Moreau y los ministros Wado de Pedro y Gabriel Katopodis; el massista Juan Andreotti, el vicejefe de Gabinete y nuevo habitante del "planeta Sergio" Juan Manuel Olmos; el consultor catalán Gutiérrez Rubí, el empresario Francisco De Narváez, el todoterreno Nacho Saavedra, el reelecto diputado Máximo Kirchner y, obviamente, su mujer Malena Galmarini. Allí comenzaron a aflorar emociones mientras Massa pedía serenidad, pero, a la vez, apostaba: "¡Vamos a ganar por 5 puntos, te apuesto un lechón!". Y a las 20 horas, llamó Cristina Elisabet Kirchner. El candidato se levantó y se separó para hablar, mientras el resto observaba en silencio cómo Massa sonreía y devolvía gentilezas a quien había aceptado delegarle la centralidad de la campaña y hacer silencio. Algo que la expresidenta había respetado hasta el filo de la elección: al momento de votar, CFK no resistió y embistió, una vez más, contra Alberto Ángel Fernández: ¿la Vice no aguantó el "silenzio stampa" o fue una advertencia al probable "heredero" del proyecto K? Misterio...

La campaña presidencial de Massa combinó elementos profesionales con los más artesanales: por un lado, el expertise arribado desde Brasil (aportado por el presidente Lula Da Silva y el ministro de Hacienda, Fernando Haddad) con Edinho Silva y el especialista en piezas para Redes, Ottavio Antunes, nuevo fetiche electoral del peronismo. A ellos se suman Chico Kertész, Raúl Rabelo y Halley Arrais, un verdadero scratch publicitario. Y por el otro, el viejo olfato peronista del conurbano: allí, los más prolíficos fueron el reelecto intendente Nicolás Mantegazza, quien en San Vicente logró el 67% de los votos (ser amigo de Insaurralde, sin pagar costos...). Segundo, el ahora kicillofista intendente de Ensenada, Mario Secco, que alcanzó el 62%. Y tercero, Gastón "Gato" Granados, quien logró el 60% en Ezeiza, heredando las capacidades de cacique de su padre, Alejandro. Uno de ellos, explicó -sencillo- cuál fue la razón que les permitió recuperar casi un millón y medio de votos en el conurbano: los subsidios del transporte que Javier Gerardo Milei promete eliminar. "Yo besé, en los últimos quince días, a todos los niños y las mujeres de mi distrito. Y todos me decían lo mismo, que este loco nos quiere sacar los subsidios. Una mujer me dijo que gastaba por día -en pasajes- 2.400 pesos de ida y de vuelta para trabajar. 'No me alcanza la plata así, razonaba la señora", relata el alcalde que complementaba con otra idea. “No conozco a nadie en la historia de la humanidad que se haya tirado con la Iglesia con éxito”, en relación con las críticas al Papa y a lo de romper lazos con el Vaticano, algo que penetró en los sectores populares merced a lo que curas católicos de toda la provincia de Buenos Aires habrían bajado un mensaje de "temor" a un posible gobierno del león libertario. Remember 2015 y el "miedo" a Aníbal Fernández, que empoderó a María Eugenia Vidal en la Provincia. Todo vuelve...

El último domingo también fue un día determinante para Martín Insaurralde. El aún intendente (en licencia) de Lomas de Zamora repetía, a los que hablaban con él en los últimos días, que "lo malo que pueda pasar, va a ser culpa mía". Pero el destino electoral le sonrió al deprimido viajero mediterráneo pues el peronismo venció en el conurbano y Axel Kicillof (su antiguo superior jerárquico en la Provincia) consiguió ser reelecto. Insaurralde además, respiró aliviado cuando llegó el allanamiento a su hogar pues estaba todo "prolijo" cuando la Justicia revisó sus petates y nada extraño apareció. Lo que sigue en esta causa es producto de una competencia de celos, barcos y viviendas entre Insaurralde, Jesica Cirio y Sofia Clerici, donde ambas mujeres pugnaron por las mejores embarcaciones y las más agradables viviendas en Nordelta. Peronismo y opulencia... Quienes conocen el paño judicial, no se sorprenden con los U$S 600.000 encontrados en lo de Clerici, quien blanqueará ante sede judicial, sin inconveniente alguno, a qué debe sus jugosos ingresos en dólares y pesos uruguayos. Esta estratégica jugada no pondría en riesgo poder perder esa cifra monumental: sus recurrentes viajes a Marbella, Ibiza o Dubai serían la razón de sus opulentos ingresos y no, de su vínculo con políticos argentinos. Además, si la AFIP le reclamara el 30% de Ganancias, eso sería "nada más" que U$S 180.000 en manos del fisco argentino. Fernando Burlando lo hizo, una vez más... De todos modos, las sorpresas no dejan de asomar en este caso: a los investigadores judiciales les sorprendió que Clerici tuviera, con ese tren de vida y su decena de carteras Louis Vuitton, apenas un iPhone 11. ¿Cómo no se modernizó con la última versión de los celulares creados por Steve Jobs? ¡Che peccato!"...