La reunión será a las 11 en el Ministerio de Trabajo. Economía empezó a intervenir para evitar que el faltante de cubiertas afecte aún más a la industria automotriz.
Después de cinco meses de duras negociaciones y medidas de fuerza en la industria del neumático, incluida la ocupación de la cartera laboral la semana pasada, el Ministerio de Trabajo convocó a una nueva audiencia para hoy a las 11 en su sede principal para retomar la paritaria. El encuentro número 34 tendrá lugar en un escenario de tensión, marcado por una protesta sindical, el paro del gremio y el cierre temporario de las plantas por parte de las empresas, lo que amenaza con paralizar parte de la industria automotriz.
Sucede que este fin de semana las fabricantes de neumáticos frenaron su producción, en respuesta al paro y los bloqueos del sindicato de trabajadores del neumático (Sutna), liderado por Alejandro Crespo. Pirelli fue la última en sumarse a las medidas adoptadas Bridgestone y Fate. En ese contexto, las terminales se comunicaron en las últimas horas con el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José De Mendiguren. Ford empieza a suspender turnos por faltantes de cubiertas. Y otras dos terminales seguirían ese camino.
Según fuentes oficiales, las empresas que se verían afectadas son Toyota y Ford. Ya en junio, Nissan y Renault pararon dos días sus actividades por la falta de neumáticos a raíz del conflicto sindical, sumado a la reticencia de los camioneros de Brasil a traer insumos por el faltante de gasoil. "Si no se libera el bloqueo sólo tenemos neumáticos para la producción del primer turno de mañana, en el turno tarde ya deberíamos parar", confirmaron en una fabricante de vehículos.
De Mendiguren tocó la cuestión el jueves pasado al acompañar a Sergio Massa en su visita a la UIA. Le dijo a los industriales que era un tema "muy político". El funcionario mantiene contactos con el titular de Trabajo, Claudio Moroni, un sobreviviente de la embestida de Cristina Kirchner contra el gabinete de Alberto Fernández y el desembarco de Sergio Massa. En Economía aseguran que es un asunto "laboral", pero reconocen que la táctica de "desgaste" de Moroni se complicó y que ahora está en riesgo el sector automotor.
De manera sigilosa, el equipo de Massa empezó a tender líneas de comunicación a ambos lados de las trincheras. Industria también atendió llamados de dirigentes de izquierda, preocupados por los alcances imprevisibles del conflicto. Desde Crespo y Néstor Pitrola, por el Partido Obrero, hasta el líder ferroviario Rubén "Pollo" Sobrero. En el PO creen que la oferta de un 38% de suba salarial por nueve meses es un "plan de guerra" contra los trabajadores, cuando la inflación anual prevista ronda el 100%.
Del otro lado, el dueño del grupo Aluar y Fate, Javier Madanes Quintanilla, dijo en radio La Red que "el conflicto gremial se originó en la paritaria 2021-2022, donde las empresas ofrecieron un ajuste salarial por encima de la inflación y eso fue rechazado por el gremio, el cual pedía además un cambio de convenio para remunerar las horas de fin de semana en lugar del 200% al 300% y en la eventualidad si no se paga, incrementar el salario en 15% y disminuir las jornada de ocho a seis horas".
Sin solución a la vista, el Gobierno comenzó a evaluar un "plan B" que contempla la convocatoria a una reunión este martes de todas las cámaras automotrices y los sindicatos UOM y SMATA. Las terminales lo propusieron ante la imposibilidad de abrir las importaciones, como en su momento le sugirieron a Daniel Scioli. La jugada apuntaría a aislar al sindicato, en medio de la reapertura de paritarias y la adhesión que recibió del gremio de Camioneros, encabezado por Pablo Moyano -uno de los cotitulares de la CGT-, la CTA Autónoma, ATE y Aceiteros.
