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La relación entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner transita uno de sus peores momentos. El Presidente no sólo decidió ausentarse del acto de mañana en Plaza de Mayo donde la vicepresidenta será la oradora única. Hay más: el jefe de Estado no ve viable en estos momentos un encuentro con la vice, ya tiene pautado un plan de campaña ajeno a los movimientos que hoy expone el kirchnerismo y ayer hubo doble mensaje cifrado de ambos lados.
Funcionarios que frecuentan al Presidente a diario y que hablaron con él en las últimas horas ratificaron que Alberto Fernández no le encuentra sentido ir al acto del 25 de Mayo para conmemorar los 20 años de la llegada de Néstor Kirchner en el poder. "Néstor es de todos y no hace falta apropiárselo", expresó a El Cronista un destacado funcionario del Gobierno ante la estrategia del camporismo frente al acto.
Hubo un mensaje cifrado de la Cristina Kirchner en las últimas horas que terminó por definir el faltazo de Alberto Fernández al acto del 25 de Mayo: la vicepredidenta armó una lista de 300 invitados especiales al escenario de la Plaza de Mayo y no incluyó al Presidente.
En este sentido, el Presidente evaluó que si Cristina Kirchner será la única oradora, no lo incluyó en las invitaciones y se monta un "operativo clamor" por la candidatura de la vicepresidenta no será "nada saludable" que vaya a la Plaza de Mayo.
La reunión que no será
La ausencia del Presidente en la Plaza de Mayo marcará sin dudas el clima de alta tensión que existe entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner. De hecho, en el entorno presidencial no ven viable siquiera en estos momentos un encuentro entre el Presidente y la vice. "¿Cuál sería el sentido de este encuentro?", se preguntan algunos allegados al jefe de Estado.
No piensan lo mismo otros funcionarios como el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis o el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, quienes públicamente salieron a pedir una reunión cumbre.
"Cristina y Alberto siempre se tienen que juntar, se está a tiempo. Tienen distintas formas de ser, es una chirla decir que son el agua y el aceite", alentó ayer Aníbal Fernández. Aunque el ministro de Seguridad también desnudó abiertamente la tensión que hay entre el Presidente y el kirchnerismo duro: "Nunca jugué en contra de un presidente peronista, como sí han jugado otros compañeros", dijo.
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En el kirchnerismo admiten la puja irreversible entre Alberto y Cristina. Tampoco están con ánimos de armar un encuentro del Presidente y la vice.
La frase del Presidente sobre la corrupción K molestó mucho a los allegados a la vicepresidenta. El Presidente evaluó los mandatos kirchneristas del 2003 al 2015 y calificó como una "imprudencia ética muy grave" que Cristina Kirchner haya "firmado acuerdos" con Lázaro Báez, condenado por lavado de dinero.
Sin embargo, en el entorno de Alberto Fernández niegan tajantemente que se haya referido a la vicepresidenta y que, en cambio, la frase contemplaba "una defensa" de Cristina Kirchner. Son miradas diferentes de la realidad.
Planes de campaña
La estrategia electoral del Presidente también encuentra objetivos contrapuestos de los que plantea el kirchnerismo.
Ayer, el presidente encabezó en el Centro Cultural Kirchner (CCK) la inauguración del 6º Congreso LATSAT, un espacio que reúne a líderes de la industria satelital y de conectividad de América Latina, y en ese ámbito lanzó un elogió al jefe de Gabinete y precandidato presidencial Agustín Rossi.
"Con Agustín nos conocemos hace más de veinte años, ahí empezamos a armar ese vínculo político y de afecto que hoy tenemos", dijo el Presidente. El mensaje cifrado del Presidente tuvo varias lecturas: por un lado, el apoyo explícito a un candidato presidencial y, por otra parte, la ratificación de que el kirchnerismo o el gobierno de Néstor Kirchner no nació con La Cámpora sino con ellos.
Alberto Fernández tiene como predilectos a Rossi y a Daniel Scioli como precandidatos en el Frente de Todos. Pero en el entorno presidencial aseguran que no va a hacer campaña por ninguno de ellos. Esperará a que todo se defina en las PASO y luego saldrá a recorrer el país con el ganador para apoyar al candidato del Frente de Todos.
Mientras tanto, Alberto Fernández hará campaña en aquellos distritos donde haya un candidato único y no vayan a las PASO.
El Presidente insistirá en las internas abiertas y difiere de la idea de Máximo Kirchner que planteó que cada precandidato presente sus propias listas. Es decir, que los albertistas no se "cuelguen" de los postulantes de La Cámpora en algunos distritos.
El otro punto que difiere el Presidente de los camporistas es en el armado de la mesa chica electoral. El ministro de Economía y líder del Frente Renovador, Sergio Massa, se mostró dispuesto a que Alberto Fernández forme parte de esa mesa de conducción para los planes electorales.
Pero el Presidente no cree que sea necesario integrar ese espacio ahora. Prefiere que sea el gobernador de Formosa, Gildo Insfran, en calidad de presidente del congreso del PJ el que forme parte de esa mesa que deberá concretar en los papeles la alianza electoral.
"Se trata de una mesa burocrática", lanzó un funcionario del primer piso de la Casa Rosada al adelantar que Alberto Fernández no integrará por ahora ese espacio y desechar la practicidad que tiene la mesa del FDT en estos momentos.
