Argentina
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¿Juntos por el cargo?

A pesar de los insultos del libertario  

La excandidata presidencial confirmó su respaldo al postulante de La Libertad Avanza, aunque intentó aclarar que no lo hacía en nombre del PRO. Junto a Mauricio Macri decidieron dejar de lado todos los ataques de Milei, quien llegó a acusar a Bullrich de poner una bomba en un jardín de infantes. La fractura de Juntos por el Cambio.

Luego de las advertencias de la UCR y la Coalición Cívica de romper Juntos por el Cambio en caso de apoyar a La Libertad Avanza (LLA), la derrotada Patricia Bullrich confirmó que apoyará a título personal a Javier Milei a partir de una serie de condiciones negociadas entre Mauricio Macri y el propio candidato de ultraderecha.

“Anoche tuve un encuentro con Javier Milei donde tuvimos una charla respecto de lo que habían sido sus declaraciones, y nos perdonamos mutuamente. Hoy la patria nos necesita que seamos capaces de perdonarnos porque está en juego algo muy importante para el futuro”, se excusó la excandidata.

Bullrich aclaró que el apoyo a Milei es “a título personal” y que lo comparte con su excompañero de fórmula, Luis Petri. Por lo tanto, va de suyo que el PRO dará libertad de acción a sus votantes.

El flamante apoyo de gran parte del macrismo a La Libertad Avanza es el capítulo final de una historia que comenzó a derrapar el domingo a la noche cuando Javier Milei dio un inusitado discurso repleto de giros y tópicos macristas con eje en “el kirchnerismo”, “el populismo”, “las mafias” y demás.

“Con Javier Milei tenemos diferencias, por eso competimos. No las ocultamos”. Sin embargo “la mayoría de los argentinos eligió un cambio y tenemos la obligación de no ser neutrales”, dijo y llamó a “aunar fuerzas para un objetivo superior”.

Apoyo a Milei, pero "libertad de acción"

Durante una conferencia de prensa con Petri, Bullrich aclaró que su apoyo se dio solo “en representación” de la fórmula presidencial de Juntos por el Cambio y aseguró que con Milei “no hay un pacto ni acuerdo ni un cogobierno, sino una posición política estratégica que nosotros creemos correcta. Así de llana y así de simple”.

En este sentido, indicó que en la charla que tuvo con el líder negacionista “dimos por terminados ciertos enfrentamientos” y remarcó que “no hablamos del gobierno ni estamos en un acuerdo ni en un pacto con Javier Milei”.

Frente a las advertencias de ruptura lanzadas por la UCR, Bullrich afirmó que “el radicalismo tiene derecho de dar libertad de acción y el PRO también”.

Más claro fue Luis Petri: “Para mantener la unidad de JxC, es importante dar libertad de acción más allá de que nosotros estemos claro que el rival a vencer es el kirchnerismo”, dijo. “Por eso –añadió- hoy nos pronunciamos a favor de la candidatura de Javier Milei, más allá de que lo hacemos a título personal y como fórmula”.

“No se puede ser neutral porque la neutralidad es favorable al kirchnerismo”, insistió el excandidato. Bullrich fue más fatalista y advirtió que un eventual gobierno de Sergio Massa sería el que pondría en riesgo la coalición que ella integra. “Si gana el kirchnerismo, Juntos por el Cambio va a una disolución total”.

Las "condiciones" negociadas con Milei

A pesar de haber asegurado que “no hubo pactos” con Milei ni una negociación de cogobierno, Bullrich dejó claro que su apoyo a Milei se dio sobre la base de algunas condiciones que habrían sido negociadas anoche con Mauricio Macri a la cabeza.

Se trata de una serie de definiciones que echan por tierra varias de las propuestas en las que Milei basó su campaña, excepto el ajuste y la dolarización.

La ex ministra de Seguridad enumeró cuáles eran esas condiciones:

  • “Para que la Argentina salga adelante, necesita un cambio de raíz”.
  • Ponerle “fin de la emisión monetaria” y avanzar hacia un “equilibrio fiscal”.
  • Promover “un estado austero”. Es decir, ajustar con despidos y vaciamientos de las empresas públicas.
  • “La educación debe ser declarada servicio esencial”. O sea, renunciar al sistema de privatización, arancelamiento de las universidades y vouchers de estudio.
  • Dar un “combate sin cuartel al narcotráfico” y endurecer la legislación para “bajar edad de imputabilidad a 14 años”. Aún a contramano de lo que establece el derecho internacional.
  • Respetar la “coparticipación federal” y “eliminar retenciones” al denominado campo. Es decir, abandonar la idea de eliminar la coparticipación y desfinanciar a las provincias, tal la propuesta de LLA.
  • Cumplir con la legislación en materia de “armas”, respeto por la “donación de órganos” y sostener “la patria potestad compartidas”.
  • Respetar “la liberta de expresión” y gobernar “sin aprietes a periodistas”.
  • “Integración comercial al mundo y defensa de interés nacional, los derechos humanos y la democracia liberal”.
  • Por último, “respeto de la Constitución Nacional”.

Meses de coqueteo con los libertarios

En rigor, la Lambada entre el PRO y LLA comenzó a bailarse hace meses, cuando se habló de la incorporación de Milei a Juntos por el Cambio. Por esos días, el diputado nombraba denominaba a Bullrich como exministra de Seguridad y no como “montonera tirabombas”.

Esa aventura fue frenada por dirigentes radicales que amenazaron con romper la coalición y hasta por el ultraderechista José Luis Espert, acérrimo crítico del mal llamado “libertario”.

La seducción continuó luego con las declaraciones de Milei, que en una entrevista periodística expresó su “respeto” por Mauricio Macri y anticipó que el ex presidente de Boca podría ser embajador de su eventual gobierno.

Después de eso, todo fue traumático para Bullrich. Mientras ella hacía campaña, Macri oficiaba de croupier y repartía las mejores cartas al candidato de LLA. La operación del expresidente se hizo tan evidente que la propia Bullrich se lo enrostró en una reunión que ella misma ventiló.

A partir de allí, Macri se mostró públicamente con ella pero ya era tarde. Las fichas estaban puestas donde ahora está sentado Javier Milei.

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