El ex vicepresidente republicano Mike Pence, conocido por su papel durante la administración de Donald Trump, decidió lanzarse a la carrera presidencial del próximo año, desafiando así a su exjefe. Esta noticia provocará la ira de Trump, quien ya se había sentido decepcionado por la negativa de Pence a respaldar sus esfuerzos por anular los resultados de las elecciones de 2020. Dos fuentes familiarizadas con la situación confirmaron esta información a Reuters.
Según las fuentes, Pence tiene planeado lanzar su campaña con un video y un discurso en el estado de Iowa. Este evento marcará un paso importante en su carrera política y pondrá de manifiesto su deseo de competir en las elecciones presidenciales del próximo año.
Durante su tiempo como vicepresidente, Pence se mantuvo firmemente al lado de Trump y respaldó sus políticas conservadoras. Sin embargo, desde su derrota electoral, comenzó a distanciarse gradualmente del expresidente. En particular, expresó su desacuerdo con el apoyo de Trump a los alborotadores que asaltaron el Capitolio el 6 de enero de 2021. Pence afirmó que esta postura de Trump puso en peligro su vida y la de su familia.
El anuncio de la candidatura de Pence añade un nuevo jugador a la ya competitiva carrera presidencial en el partido republicano. Hasta ahora, se espera que varios otros políticos conservadores, incluyendo a algunos aliados cercanos de Trump, también se postulen para el cargo. La lista, por ahora, la integran el exgobernador de Arkansas, Asa Hutchinson; el locutor de radio conservador, Larry Elder; la exgobernadora de Carolina del Sur y embajadora ante Naciones Unidas, Nikki Haley; el empresario republicano Perry Johnson; el gobernador de Florida, Ron DeSantis y el senador republicano por Carolina del Sur, Tim Scott.
Esta situación podría generar una división dentro del partido y desencadenar una batalla interna entre los distintos sectores republicanos.
El respaldo y el apoyo que Pence pueda obtener en su candidatura serán factores cruciales para determinar su éxito en las elecciones primarias del partido republicano. La figura y el legado de Donald Trump aún ejercen una gran influencia en el partido, por lo que cualquier desafío a su liderazgo será sin duda objeto de atención y debate.
