La activista cubana Carolina Barrero se reunió con Eamon Gilmore, representante especial para los derechos humanos de la Unión Europea (UE), quien recibió a la historiadora de arte en Bruselas previamente a un viaje que el funcionario tiene programado a La Habana a finales de noviembre.
"Hablamos de la situación de los presos y perseguidos políticos, del acoso a sus familiares, de las formas de tortura y tratos degradantes a los que son sistemáticamente sometidos, de la falta de acceso a una defensa justa e independiente del Estado, de la criminalización de los derechos civiles y la participación política", relató Barrero en sus redes sociales.
La activista transmitió a Gilmore "la preocupación sobre las redes de tráfico humano con participación del régimen", en referencia a combatientes cubanos reclutados por Rusia para combatir en Ucrania y la explotación de profesionales en las llamadas misiones médicas.
Barrero también le habló al representante especial de la UE sobre la violencia política contra la mujer y de las profundas desigualdades por motivos raciales.
"Le hablé de nuestro derecho a volver, y del derecho de muchos a salir, de las limitaciones a la libertad de movimiento que en definitivas el régimen usa como castigo contra quienes alzan su voz", añadió.
"Esperamos que su visita sea una oportunidad para que la Unión Europea manifieste de forma explícita su apoyo a quienes sufren la opresión y cada día luchan por una Cuba sin dictadura, justa y libre, donde el culto a la dignidad humana sea la ley primera", dijo la activista.
Gracias a Eamon Gilmore, Representante Especial para los Derechos Humanos de la Unión Europea, por recibirme en Bruselas con vistas a su viaje a La Habana a finales de noviembre. Hablamos de la situación de los presos y perseguidos políticos, del acoso a sus familiares, de las… pic.twitter.com/WjCFuo4Q1Q
— Carolina Barrero (@carolinabferrer) October 25, 2023
Carolina Barrero fue uno de los rostros más visibles la sociedad civil que, principalmente desde el ámbito de la Cultura, presionó al régimen cubano en los meses anteriores a las manifestaciones masivas del 11 de julio de 2021. A raíz de sus actos, sufrió golpes, robos, detenciones violentas, el acoso de la policía política y prisión domiciliaria. Hoy, desde España, continúa el activismo contra el régimen y ha impulsado varias campañas bajo el slogan #CubaDiceNoAlLaDictadura.
En septiembre activistas cubanos reclamaron a la Unión Europea dejar su posición "vaga y sin principios" en torno al régimen cubano, exigir elecciones democráticas y denunciar todas las leyes adoptadas en la Isla tras la firma del pacto con La Habana que violan los derechos humanos fundamentales.
Erik Jennische, director de programas para América Latina de la organización Civil Rights Defenders (CRD); la escritora Katherine Bisquet; Yaxys Cires Dib, director de Estrategia Política del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, y Elena Larrinaga, presidenta de la Red Femenina de Cuba, enviaron a Bruselas una serie de consideraciones a propósito de la discusión que arranca próximamente en torno el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (PDCA, sus siglas en ingles), un instrumento que regula las relaciones entre la Unión Europea y el régimen cubano, muy cuestionado por organizaciones internacionales y de la sociedad civil independiente cubana e incluso por diputados del Parlamento Europeo.
Los activistas lamentaron que, en su última visita a Cuba, el Alto Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, declaró públicamente que la UE no tiene "ni la capacidad ni la voluntad" para imponer cambios políticos en la Isla, y que tampoco se reunió con la sociedad civil independiente ni visitó a los presos políticos.
Los activistas pidieron a la UE que denuncie todas las leyes adoptadas tras la firma del PDCA que violan los derechos humanos fundamentales, como el Código Penal, la Constitución y varios decretos-ley que limitan la libertad de expresión, y que contradicen los principios consagrados en el acuerdo.
"También es esencial que la UE encuentre formas de apoyar financiera y políticamente a las organizaciones de la sociedad civil independiente y trabaje para anular las leyes cubanas que permiten condenar a largas penas de prisión a los activistas que reciben apoyo internacional", añadieron.