Un grupo de indígenas entró a la fuerza el viernes en las instalaciones en Bogotá de la revista Semana, crítica del Gobierno colombiano, y causó destrozos en un vidrio de la entrada del edificio e intimidó a las personas que allí se encontraban.
Así lo denunció la directora de la revista, Vicky Dávila, quien aseguró que pidió ayuda a la Policía porque "un grupo grande de indígenas rompió vidrios en el edificio de Semana e ingresó a la fuerza", reportó EFE.
Dávila publicó un video en el que se ve a los indígenas gritar "¡Abajo la mala información de Semana!", tras lo cual se subieron a un autobús típico de las zonas rurales colombianas, en el que se fueron de la zona.
¿Cuánto le pagaron a estos indígenas para tomarse @RevistaSemana? ¿Es esta la venganza contra @VickyDavilaH por develar la verdad sobre el gobierno? Vamos a rodearla a ella y a todos los periodistas de la revista.
— María Fernanda Cabal (@MariaFdaCabal) September 29, 2023
Aquí nadie tiene miedo.pic.twitter.com/4qpkLMUngT
Ante esa situación, que no dejó personas lesionadas, a la sede de Semana, ubicada en el norte de la capital colombiana, llegó el Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía (ESMAD) y retomó el orden.
La Fiscalía señaló que miembros del Cuerpo Técnico de Investigación se desplazaron a "las instalaciones de la revista Semana, en Bogotá, para investigar la irrupción de un grupo de personas que, al parecer, ingresó a la sede de manera violenta".
Ese organismo realizará "las investigaciones del caso para determinar los posibles hechos de vandalismo y hacer la respectiva judicialización".
Según Semana, los indígenas se quedaron en el primer piso del edificio de la revista, donde también tienen sede otras compañías, durante aproximadamente una hora, gritando arengas contra ese medio y contra otros críticos del Gobierno, como RCN.
Los sucesos se produjeron después que alrededor de 14.000 indígenas de todos los puntos del país llegaron esta semana a Bogotá, donde el miércoles participaron, junto a sindicalistas, trabajadores y campesinos en las manifestaciones convocadas por el presidente colombiano, Gustavo Petro, para "apoyar las reformas planteadas por el Gobierno Nacional" y pedir más acción ante la escalada de violencia contra sus pueblos.
La llamada minga indígena abarrotó ese día la Plaza de Bolívar, como se esperaba, y la mayoría de los participantes regresaron a sus regiones tras la manifestación, pero otros, como los que intentaron entrar a Semana, se quedaron en la capital colombiana.
El mandatario se reunión con representantes de esos movimientos, según reseñó en redes sociales el colectivo Unidad de Restitución de Tierras, que aseguró que Petro "hizo un llamado a las expresiones pacíficas, para alcanzar la paz total" en Colombia.
La representante a la Cámara Katherine Miranda, del partido Alianza Verde, lamentó en X (antes Twitter) que las autoridades del Gobierno "llevan meses promoviendo el odio y la violencia contra los medios de comunicación".
"Aquí tienen las consecuencias. Atentar contra la libertad de prensa, es atentar contra la democracia", expresó, sin señalar directamente a nadie.
En mayo pasado, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) alertó que Petro, endureció "su discurso contra el periodismo".
Advirtió además que los señalamientos del mandatario, algunos de ellos "individualizados por él mismo en sus redes sociales", elevan "el riesgo al que están expuestos las y los periodistas, en un país donde la violencia cobra la vida de las y los comunicadores".
Semana ha sido una de las publicaciones que ha revelado y mostrado pruebas de los casos de corrupción que han impactado a la Presidencia, en especial el del hijo mayor del mandatario, Nicolás Petro, quien será llevado a juicio por admitir pagos del narcotráfico en su campaña política, que habrían salpicado a su padre.
También el medio La Silla Vacía ha sido frontal ante la Administración de Petro. Tras la agresión a la revista colombiana, esa publicación indicó: "El discurso del presidente Gustavo Petro y de algunos de sus ministros contra los medios crea un terreno fértil para un ataque como el que sufrió Semana".
Ante ello, Petro mismo reaccionó en su perfil en la red social X: "Este es el discurso al revés, que de alguna manera tiene que solucionarse. Uno. ¿Los medios pueden calumniar al presidente? ¿Este no tiene derecho de replica (SIC) ante la información falsa? Dos: ¿los medios tienen derecho a ejercer xenofobia contra minorías etnicas? (SIC)"
Tras hacer otros cuestionamientos al ejercicio de la información, Petro finalizó señalando: "¿Cómo se financian los medios que no pertenecen a grandes grupos económicos? Creo que es importante iniciar un gran dialogo (SIC) de medios y sociedad civil para examinar este y otros problemas".
El viernes, tras la agresión a la sede de Semana, Petro evitó condenar lo ocurrido. En cambio, publicó un largo tuit en el que enfatizó: "La extrema derecha cree que pueden llamar borregos y violadores a indígenas y que estos se comportarán como borregos ante estas palabras de violencia étnica y de xenofobia. Los mismos dueños de la revista Semana saben que así llamaban tambien (SIC) a los judíos en Europa y saben en sus propias vidas como terminò (SIC) esa felonía de los medios de entonces en manos de los Nazis y Goebbels. Lo que la historia enseña jamás se debe olvidar".