Ada Colau ya es persona non grata para Pablo Iglesias. La exalcaldesa de Barcelona y líder de los Comunes fue protagonista de dos intervenciones mediáticas del exvicepresidente del Gobierno, un artículo de opinión firmado por él mismo y otro por su web informativa, Diario Red. Colau advirtió el martes a Podemos de que, si no cumple los términos del acuerdo con Sumar, no seguirá llevándose el 23% de los recursos económicos de la coalición. "Lo han firmado y deben cumplirlo, porque si no lo cumplen, tampoco tendrán todo el retorno que tienen en materia económica", afirmó Colau en una entrevista en La 2 de TVE. "Puede usted, señora, guardarse su autoritarismo donde le quepa", contestó el fundador de la formación morada.
Ada Colau ya es persona non grata para Pablo Iglesias. La exalcaldesa de Barcelona y líder de los Comunes fue protagonista de dos intervenciones mediáticas del exvicepresidente del Gobierno, un artículo de opinión firmado por él mismo y otro por su web informativa, Diario Red. Colau advirtió el martes a Podemos de que, si no cumple los términos del acuerdo con Sumar, no seguirá llevándose el 23% de los recursos económicos de la coalición. "Lo han firmado y deben cumplirlo, porque si no lo cumplen, tampoco tendrán todo el retorno que tienen en materia económica", afirmó Colau en una entrevista en La 2 de TVE. "Puede usted, señora, guardarse su autoritarismo donde le quepa", contestó el fundador de la formación morada.
"Es una falta de respeto inaudita a la militancia que, además, tendrá consecuencias", advirtió Iglesias desde los micrófonos de RAC 1. Fue en esa emisora donde consideró estas palabras "un arranque de soberbia" por el que entiende que debería disculparse, pero antes, en TV3, sus dardos eran igual de afilados. "Tiene algo de patetismo", aseguró, criticando su "tono agresivo" para "humillar" a Podemos, "sin la cual no habrías podido ser alcaldesa de Barcelona". "Es imposible escucharla criticando a La Sexta y se permite dar esta bofetada y esta falta de respeto a un partido que ha sido condición de posibilidad de que Ada Colau gobernara 8 años en Barcelona". El razonamiento, advertían distintos aliados en Sumar, es el mismo que utiliza para cargar contra Díaz, a quien recuerda que fue ministra porque Podemos se empeñó en gobernar con el PSOE.
Sólo unas horas antes, en el Diario Ara, criticaba su "patetismo" y su "frustración autoritaria". "Cuando explicita en público una amenaza que no puede cumplir está mostrando una contradicción entre su deseo irreprimible de mandar y la imposibilidad de materializarlo. Ada Colau querría tener el poder de castigar, para hacerse obedecer, pero al transformar su deseo en una amenaza pública que no puede cumplir solo consigue hacer visible ante todos el patetismo de su desempoderamiento", abundó. Durante la tarde del miércoles, en uno de los programas de su televisión, recuperó las palabras de la exalcaldesa y reiteró algunos de sus argumentos, de una forma menos brusca.
No es la primera vez que Iglesias carga contra alguno de sus antiguos aliados, pero en este caso ha ido más allá de lo habitual con la exalcaldesa de Barcelona, hermanada políticamente con los morados desde 2015. Fuentes del partido de Iglesias reconocían hace días de que se está dejando llevar por la "ira". A las críticas a la dirigente de los Comunes se unía la presión y los dardos a Yolanda Díaz, con dos editoriales seguidos publicados en su medio. El histórico secretario general morado ya no tiene cargos en el partido, y él mismo reconocía en su tournée mediática que por eso puede decir lo que los dirigentes en activo no pronunciarán.
Entre otras cosas, que si una ley "del señor Sánchez y de la señora Díaz no le gusta a los diputados de Podemos, ya puede venir Ada Colau con un palo a amenazar que los diputados harán lo que diga su partido". O deslizar que el veto de la vicepresidenta segunda a Irene Montero, obedece a que entendió "que había una figura política por la que se sentía amenazada, que podía ser mejor que ella". Oficialmente, Sumar no va a dar respuesta a sus palabras, y el dirigente de los Comunes y miembro de la Mesa del Congreso, Gerardo Pisarello, apostaba este miércoles por rebajar la tensión.
Sin embargo, entre los partidos de la coalición sorprende esta virulencia contra Díaz y contra Colau. Iglesias rompió su relación hace años con Íñigo Errejón, el traidor número uno en su lista, y por eso no se inmutaron cuando el exsecretario general morado insistió en comparar a Díaz con el diputado de Sumar y exnúmero dos de Podemos. Hasta acogieron con sorna que Ione Belarra concediera una entrevista a un programa de Telecinco, conducido por una periodista Ana Terradillos, con la que los morados están profundamente enemistados. Y mientras critican que Sumar, Compromís o Más Madrid aparezcan en La Sexta.
Otra cosa es que incluya en su 'purgatorio' particular a figuras como Colau. Incluso después de que el exportavoz parlamentario, Pablo Echenique, desautorizara en repetidas ocasiones al dirigente de los Comunes Jaume Asens, cuando era presidente del grupo parlamentario. Iglesias y Podemos critican abiertamente a Compromís o a Más Madrid, pero nunca habían actuado así con Colau.
Que afirmase que la exalcaldesa de Barcelona nunca defendió a Podemos es simplemente falso, abundan, reclamando un repaso a la hemeroteca. La respuesta habitual en Podemos es que Iglesias va por libre y actúa como considera. En raras ocasiones, como con sus dardos a Díaz sobre el conflicto entre Israel y Hamás, los morados no han seguido la línea de su histórico secretario general.
La tensión en la coalición está, de nuevo, en máximos: nadie duda de que los cinco diputados de Podemos respaldarán la investidura de Pedro Sánchez, pero todos asumen que la batalla a la interna seguirá in crescendo en los próximos días, y aún más cuando superen la investidura, si lo logran. Y nadie esperaba que Iglesias fuera tan insistente en censurar a Colau, en un momento en el que la coalición de la que forma parte se esfuerzan por vender un acuerdo de gobierno.