Javier Moro (Madrid, 1955) visitó el set de Atlántico TV para presentar su último libro “Nos quieren muertos”, sobre el enfrentamiento de Leopoldo López y su mujer a Lilian Tintori contra el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. Premio Planeta en 2011 con “El imperio eres tú”, afirmó que esta trama lo enganchó desde que conoció al matrimonio: “Las historias que me contaban me parecían un thriller, si las hubiese inventado nadie me creería”.
El título “Nos quieren muertos” ya define por dónde va.
El título dice mucho. Es lo que la dictadura quiere para todos sus opositores. Los han querido matar no solo físicamente, sino públicamente, acabando con su reputación. La suya es la historia de muchas familias que se enfrentan al monstruo del chavismo y consiguen sobrevivir.
¿Qué le impactó de este drama?
Hay un mensaje muy claro, tenemos que cuidar la democracia. Se nos ha olvidado lo que era vivir bajo una dictadura. Pero también es una historia de amor. Lilian por su marido hace lo que sea. Es una historia de una madre y unos hijos y cómo se adaptan cuando sucede algo así. Quería contarlo desde dentro.
De hecho, gran parte del libro refleja el punto de vista de Lilian ante estos hechos.
Cada decisión que tomaba lo hacía con miedo a las consecuencias. Consigue una entrevista con Trump y teme que el régimen se vengue en su marido que estaba preso, que empeoren sus condiciones. Pero él le dice que adelante, que si se meten con él significará que están por el buen camino.
¿Por qué Leopoldo López se queda en Venezuela cuando sabe que lo van a detener?
Esa decisión hace de él un héroe. Alekséi Navalni, el ruso que fue envenenado, se rehabilitó en Alemania, pero por coherencia vuelve a Rusia y lo está pagando muy caro. En Nicaragua es el caso de monseñor Álvarez, a quien Murillo y Ortega quisieron expulsar de su país, pero como no lo hizo, fue condenado a 26 años en un juicio amañado. Leopoldo López, en lugar de marcharse a Miami, se entrega porque sabe que arrinconará al régimen y le quitará la careta. El chavismo traicionó los principios de la revolución y se convirtió en un narco-régimen. Millones de venezolanos están fuera, lograron arruinar al país más rico de Sudamérica.
Pasó años encarcelado antes de exiliarse. ¿Cuándo llega el momento?
Después de la prisión pasa a la detención domiciliaria. Tener la casa por cárcel es como meter a toda la familia en prisión. Tres veces al día tenía que hacerse una foto con el periódico, sin poder salir. Es entonces cuando van a visitarlo unos militares para ver cómo pueden quitarse el régimen de encima y estuvieron a punto de conseguirlo con los hechos del 30 de abril. Luego tuvo que irse porque iban a matarlo, aunque sabía que lo descabezaba políticamente.
¿Las primarias de este fin de semana fueron un paso más para derrocar a Maduro?
Los hechos devuelven la esperanza a los venezolanos. Votaron en todo el mundo y en el propio país. Están encantados, es la primera gran noticia que sale en años. Leopoldo y Lilian tienen la esperanza de regresar. No creo que sea otra Cuba, podrían volver antes de lo que piensan, porque las cosas pueden precipitarse. Al tener petróleo hay muchos intereses que demandan estabilidad.
Y en caso de Leopoldo y Lilian, ¿qué les llevó a hablar ahora?
Por sanación moral. Necesitaban contarlo. Les pasaron cosas tan fuertes que si las invento nadie se las cree. Lilian lloraba en el despacho de mi oficina cada lunes al darse cuenta del miedo que pasó. En el momento no se podía dejar dominar por el temor. Fueron muchas sesiones y querían compartirlo, la historia de las víctimas aún no se ha escrito. Fue su oportunidad de contar su verdad, que es la historia de muchos compatriotas.
¿Cómo fue el encuentro con los venezolanos en Vigo?
No se puede andar con ellos por la calle, ni en Madrid ni en Vigo. Son muy conocidos. Durante años se hicieron manifestaciones por ellos. Leopoldo antepuso la coherencia política al bienestar personal y eso permanece en la conciencia colectiva de su país, pasa a ser un héroe nacional. Fue condenado a 14 años de cárcel, el milagro es que tenerlo en la gira, que estén vivos.
¿Sigue en la política activa?
Totalmente, solo vive para eso, para volver y conseguir la libertad en Venezuela. El régimen se mantiene porque tiene ayuda militar de Rusia, financiación de China, seguridad de Cuba o materiales de Irán. Son autocracias que se ayudan y se apoyan entre ellas. La misma lucha contra Putin también se libra en Venezuela. Son más las personas que viven bajo regímenes autoritarios que las que lo hacemos en democracia. Nos van a ganar la partida. Hay que reaccionar, defender el Estado de Derecho y no dejar que las instituciones se vayan erosionando.
¿Y Lilian?
Lilian fue un descubrimiento, es la verdadera protagonista. Tuvo que transformarse para sacar a su marido de la cárcel. Pasa de ser ama de casa a ser una activista para la liberación de personas. Aprende inglés, leyes, el funcionamiento de la ONU, el Código Civil, la declaración de los derechos humanos. Se convierte en una activista que llega a poner el régimen de Maduro contra las cuerdas. Sigue en la lucha, la última liberación que consiguieron fue del periodista Roland Carreño.