La venganza del PSOE con el 'multitránsfuga' que lo 'expulsó' de la Costa del Sol

Una de las máximas en política es que "quien a hierro mata, a hierro muere". Y si hay un partido que a lo largo de los años ha aplicado sin disimulo este dicho popular, que tiene su origen en el capítulo 26 del Evangelio de san Mateo, es el PSOE. Lo está comprobando en sus carnes Juan Carlos Maldonado. El edil multitránsfuga que días atrás rompía el tripartito sellado con los socialistas y Ciudadanos tras las pasadas municipales para hacer buena una moción de censura que dará la alcaldía de Mijas al PP y Vox. Una decisión que le va a costar cara, porque el pleno municipal acordó este miércoles su declaración como concejal no adscrito. Lo que implica que no podrá ejercer ningún puesto de gestión en el nuevo equipo de gobierno, ni percibir un salario.

Esta posibilidad, que por contra puede favorecer los intereses de los populares, ya que parece poco probable que Maldonado se eche atrás en la votación de la moción de censura al romperse todos los puentes con el PSOE, comenzó a ser una realidad tras trascender un informe de la secretaría general del pleno que advertía de la condición de no adscrito del edil. El documento, del que daba cuenta Málaga Hoy, especifica que recaería sobre su figura la "prohibición de ocupar cargos concedidos por decisión discrecional del alcalde, por delegación suya o cualquier otro cargo político de carácter discrecional".

La nueva condición del que ha sido concejal de PSOE, Cs y Por Mi Pueblo le impide tener cargo en el nuevo equipo de gobierno local

Lo curioso es que el secretario municipal hacía hincapié en que había sido el propio PP quien había solicitado la designación de su ahora socio como concejal no adscrito con un escrito remitido al consistorio mijeño el pasado 12 de julio. Era su respuesta a la decisión del edil de desoír el acuerdo que su entonces partido, Por Mi Pueblo (PMP), había alcanzo con los populares y la formación de Santiago Abascal para arrebatar la alcaldía al socialista Josele González. Y para enredar un asunto de por sí complejo, la citada formación independiente, que por entonces anunció la expulsión de su único edil en el municipio, en los últimos días ha intentado dar marcha atrás a su decisión porque ahora se ciñe al acuerdo inicial.

Un lío solo entendible en torno a una figura como la de Maldonado y que tiene su origen años atrás. El concejal es una veleta política. Formó parte del PSOE, fue el regidor del municipio más grande gobernado por Ciudadanos y, tras dar la espantada, se enroló en el proyecto municipalista de PMP. Una especia de multitránsfuga al que las urnas acaban otorgando la llave para formar Gobierno. Por eso socialistas y populares se han tapado la nariz y han olvidado su pasado para pactar con él.

Será la tercera vez que forma parte del grupo de no adscritos y la segunda en el Ayuntamiento de Mijas. La anterior fue en la Diputación Provincial, donde ocupó el puesto de vicepresidente primero como condición del pacto entre PP y Cs, y de donde fue despedido por su controvertida gestión de la marca de productos locales Sabor a Málaga.

El PSOE, ahora, tras meses en el cajón, rescata como venganza una solicitud que le hubiese obligado a expulsar a Juan Carlos Maldonado; mientras los populares estudian fórmulas legales que puedan revertir la nueva condición política de su socio y contentarlo con la cuota de poder que ansía.

“Justicia poética”, señalaba una fuente al conocer las últimas novedades sobre el edil independiente. Conocedora de su trayectoria en Mijas, resalta cómo desde 2015 ha medrado para hacerse con un puesto en distintas administraciones y recordaba que el nuevo pacto con el PP ha sido posible tras el abandono de la política de su candidato, Ángel Nozal. Este mantenía un enfrentamiento abierto con Maldonado después de que la dirección del partido le reclamase que cediera la alcaldía al que entonces era socio minoritario de la coalición. Una decisión que se enmarcaba dentro de un acuerdo general con Cs que afectaba a otras instituciones. La relación quedó definitivamente rota cuando el edil, a mitad de mandato, pactó con los socialistas.

El PP trata de buscar un resquicio legal que tumbe la decisión del pleno de Mijas y pueda contar con su socio de tripartito

El concejal del PP Mario Bravo solicitó este miércoles “dejar sobre la mesa” la designación del edil como no adscrito y esgrimió que el informe de la secretaría general se había elaborado antes de que Por Mi Pueblo paralizase la expulsión de Maldonado. Esa petición se realizó el 18 de octubre, el mismo día que trascendió la moción de censura.

El regidor socialista ha hurgado en la llegada al recordar que “hay un escrito presentado por los nueve concejales del PP en el que piden el pronunciamiento del secretario respecto a esta situación, y en el que reconocen que entienden que Maldonado debería de pasar al grupo de no adscritos”. Y seguidamente ha dado a conocer la decisión plenaria de cesar al concejal independiente como miembro de la junta de gobierno local, así como de su puesto como segundo teniente de alcalde.

Si la moción de censura que se debatirá el próximo día 2 de noviembre prospera, como así parece, los populares se habrán hecho con el poder en la inmensa mayoría de los grandes municipios de la provincia de Málaga y expulsan a los socialistas de la Costa de Sol. Ciudadanos, de la misma forma, perdería la minúscula cuota de poder que conservó tras los comicios del 28-M.