El único Teatro de Autómatas de España lleva cinco años encerrado en una dársena del Teatro Price. Este emblemático espacio –de 54 metros cuadrados y 35 figuras de madera tallada, todo sobre un antiguo camión Avia 500– fue donado por su antiguo dueño, Gonzalo Cañas, al Ayuntamiento de Madrid hace ya una década. Lo hizo antes de morir, con la esperanza de que la administración pública cuidase y protegiese uno de sus bienes más preciados.
El único Teatro de Autómatas de España lleva cinco años encerrado en una dársena del Teatro Price. Este emblemático espacio –de 54 metros cuadrados y 35 figuras de madera tallada, todo sobre un antiguo camión Avia 500– fue donado por su antiguo dueño, Gonzalo Cañas, al Ayuntamiento de Madrid hace ya una década. Lo hizo antes de morir, con la esperanza de que la administración pública cuidase y protegiese uno de sus bienes más preciados.
Por desgracia para el actor y titiritero, el destino de su sagrado cachivache no está siendo el deseado. Entre otras cosas, por su complejidad para montarlo. Para dejarlo a punto, son necesarias aproximadamente dos jornadas completas de trabajo, disponer de todas las piezas –algunas muy específicas y antiguas– y conocer los mil y un trucos que tiene esta delicada infraestructura. Por ello, José Luis Luna –quien trabajó mano a mano con Cañas desde 1992 hasta su fallecimiento– se puso manos a la obra. El año pasado, diseñó un manual de instrucciones específico para la puesta en marcha de dicho teatro. "Montarlo tiene sus complicaciones. Paz [su compañera de trabajo], otros técnicos y yo sabemos cómo hacerlo. Lo hacíamos todo, pero este no es un teatro homologado, moderno; es algo antiguo y laborioso", reseña a este diario.
La intención de Luna era transmitir este conocimiento de montaje para que los actuales técnicos de Madrid Destino pudieran apañárselas solos. A lo largo de un total de 735 páginas, se redactaron los mil y un pasos a seguir para dejar el teatro a punto. Fue un trabajo laborioso en el que, con la precisión de un artesano, se vio enfrascado durante más de tres meses. Primero, estuvo durante diez días dentro de la dársena del Price donde se ubica esta reliquia para hacer las fotografías pertinentes que incluir en el manual y tomar las medidas de las piezas.
Después llegó el momento de escribir. Se dividió el proyecto en cuatro tomas: montaje, desmontaje, conservación y funcionamiento. Hay cientos de detalles a tener en cuenta: la electricidad, el sonido, las telas, las figuras de madera, las correas, la estructura de hierro de la barraca... Una logística detallada al milímetro. Toda esta información se entregó al Ayuntamiento de Madrid en formato digital y físico, pero todavía no se ha vuelto a exhibir al público.
Hay cientos de detalles a tener en cuenta: la electricidad, el sonido, las telas, las figuras de madera, las correas, la estructura...
Fuentes del área de Cultura del Ayuntamiento de Madrid aseguran que la hoja de ruta de Luna sí se puso en marcha: "Actualmente, el teatro está reparado y preparado para ser exhibido, y estamos trabajando para poder hacerlo a la mayor brevedad posible". No obstante, no se sabe ni dónde, ni cuándo, ni cómo.
Esto podría cambiar en poco tiempo, a partir del mes de diciembre, aunque los primeros pasos se dieron este martes. A primera hora de la mañana se celebraba en Cibeles la última Comisión de Cultura, Turismo y Deporte, en la que los diferentes grupos con representación municipal plantearon dudas y propuestas sobre algunas de estas áreas.
La portavoz del PSOE en dicha sesión, la concejala Adriana Moscoso, preguntó al equipo municipal si entre sus planes más próximos estaba incluir en la programación navideña alguna actuación del Teatro de Autómatas de Gonzalo Cañas tras años sin actividad. La coordinadora general de Cultura, María José Barrero, allí presente, le recordó que en 2022 se elaboró un manual para conservar el teatro y aseguró que, a día de hoy, su estado es bueno y se encuentra preparado y reparado. Una respuesta que no contentó a la socialista, que recalcó que cómo era posible que estuviera en buenas manos si se encontraba "en una dársena de paso que usan todas las compañías", hasta que "cualquier día pase algo", auguró.
A la salida del metro, minutos antes de entrar a la Comisión, la socialista atendió por teléfono a El Confidencial para explicar por qué rescatan ahora el dilema de este teatro olvidado. "Poco antes de empezar a preparar la sesión me había reunido con una antigua trabajadora de Gonzalo Cañas. Me enseñó unos planos e ideas que ella misma había imaginado para desatascar algunos problemas, como la ITV del camión", indicaba.
Se refería a la furgoneta que guarda todo el teatro. Es un modelo antiguo y ya no puede pasar ninguna inspección técnica: "Esa es la excusa que el Ayuntamiento ha usado todo este tiempo", señala la portavoz socialista, que, en cambio, recoge las propuestas de la extrabajadora y sugiere montar la camioneta sobre otro remolque más grande, de forma que sea más seguro transportar el material. "Sustituir el vehículo por completo no sería tan fácil, ya que según nos explicó esta antigua empleada, puede hacer peligrar su contenido", añadió. Luego, se les ocurrió proponer reactivarlo en la próxima campaña navideña. Sin embargo, la coordinadora general de Cultura no respondió a esta propuesta durante la comisión, aunque deslizó que buscaban una ubicación "idónea" para establecer el teatro de una forma más permanente en el tiempo, lo que encajaría con una exposición.
Desde el Ayuntamiento confirman a este diario que se está estudiando cuál es el lugar idóneo para exhibirlo. No se puede colocar en cualquier sitio a la ligera. "Se trata de un ejemplar excepcional y posiblemente único de un tipo de maquinaria representativa de una época; de un alto valor artístico y etnográfico dentro del patrimonio cultural y teatral, cuyo valor aumenta con el paso del tiempo", sentencian las fuentes consultadas.
La compañía de autómatas integrada en el Price es una donación ciudadana. "Gonzalo Cañas podría haber hecho cualquier cosa: desmantelarlo, venderlo… pero de todas las opciones creyó que donde mejor estaría sería en manos del Ayuntamiento, ¿cómo vamos a devolvérselo así?", cuestionó Moscoso. A la pregunta de qué encaje cree que tiene un teatro de autómatas en el Madrid de 2023, estima que "todo el del mundo". Pone ejemplos: se puede llevar a ferias, hacer funciones en fechas señaladas como Navidad, habilitar un espacio propio –proponen la nave de Matadero– donde dar alas a una exposición permanente que muestre "cómo era aquella España del siglo XX".
"Mi consejo es que se monte y se quede en una ubicación permanente", opina Luna
Con esta última propuesta está muy de acuerdo Pepe Luna, que el martes seguía expectante el resultado de la Comisión. "Mi consejo es que se monte y se quede en una ubicación permanente", señala Luna. Desde su punto de vista, y al tratarse de una obra tan antigua y valorada, lo mejor es evitar desplazarlo constantemente. No hay constancia de que exista otro teatro similar en España, con ese aspecto de barraca de feria a la vieja usanza.
Pero, ¿qué llevó a Gonzalo Cañas a hacerse con semejante infraestructura? Su pasión por el teatro. El actor y titiritero compró la barraca en 1992, pero esta llevaba en funcionamiento desde mediados de los años 40. Antonio Plá, uno de los feriantes más importantes del país, fue la mente pensante y el artífice del mismo. Lo llamó Fantasía Animada y comenzó a girar de pueblo en pueblo hasta que la familia Simó –originaria de Águilas, en Murcia–, se hizo con el peculiar coliseo. Con ella giraron por París, Marsella, Budapest…"íbamos a los festivales de teatro de toda Europa", continúa Luna.
Lo más probable es que esta reliquia no vuelva a recorrer capitales europeas, pero quienes trabajaron durante años para impulsarlo confían, en que, al menos, salga del Teatro Price. "Por lo menos no está en la calle a la intemperie", se consuela Luna.