El Ministerio Fiscal solicita seis años de cárcel para uno de los acusados y cuatro años y nueve meses para el otro
Los dos futbolistas ourensanos detenidos a mediados de febrero por la brutal paliza a otros dos jóvenes en la calle Hernán Cortés de Vigo, en la madrugada del 30 de enero, se enfrentan a casi un total de 11 años de cárcel: seis para Gregorio G.R. y cuatro y nueve meses para Adrián S.H. La Fiscalía los acusa de dos delitos de lesiones, uno con deformidad y otro leve, con la agravante de ensañamiento. Por el delito leve, añade la fiscalía una multa de tres meses a razón de 15 euros al día.
Según el escrito de la acusación pública, los investigados actuaron de común acuerdo y, tras mantener una discusión con las víctimas, les propinaron diversos golpes, dejándolas semi inconscientes en el suelo.
Después, dice el fiscal, increparon y acorralaron al otro joven, al que propinaron puñetazos. Intentó huir. Fue ahí, sostiene el escrito, cuando Gregorio G.H. siguió dándole patadas hasta conseguir tirarle al suelo. Mientras el otro acusado, Adrián S.H., apartaba a un viandante que quería prestar ayuda al joven, Gregorio le propinó dos fuertes patadas en la cabeza, tras lo cual se marcharon del lugar. La Fiscalía solicita, además, el pago de una indemnización de 30.000 euros para el vigués que resultó con las lesiones más graves. Los ourensanos niegan la agresión. Tan siquiera admiten que estuvieron en el lugar.
Testigo protegido
Toda la escena violenta fue grabada por un vecino, que tendrá condición de testigo protegido.
La agresión sucedió a las cinco de la madrugada en la calle Hernán Cortés.
Para el juez la participación de los dos investigados se desprende en la identificación de un testigo protegido partiendo de la grabación de los hechos. Sostiene que dicha identificación se encuentra corroborada indiciariamente de los datos objetivos como son la localización y tráfico de llamadas de los teléfonos de los detenidos y que les sitúan en la hora y fecha en el lugar de la agresión y constata tres contactos entre ellos. Añade las características físicas que coinciden con la de las imágenes grabadas y un audio en el que se llega a escuchar a Gregorio refiriéndose a su acompañante como “Adri”.
Gregorio estuvo en prisión provisional por estos hechos entre el 15 de febrero y el 31 de marzo.